Sismos en la Ciudad de México pueden ser "500 veces mayores"
Cuando las ondas sísmicas inciden en la cuenca del Valle de México “viajan más lentamente y por lo tanto la amplitud del movimiento se dispara”, por ello, en la capital del país sentimos tan fuerte los sismos.
México.- La razón por la que el sismo de 8.1 grados en escala Richter de 1985 tuvo repercusiones fatídicas para la Ciudad de México está estrictamente relacionada con las características del suelo.
El sismo de 1985 tuvo su epicentro en las costas de Michoacán, es decir, a más de 400 kilómetros de la Ciudad de México y fue sorpresa para muchos los daños que causó, pues, a pesar de la distancia, la sacudida fue muy grande.
“Sin importar dónde ocurrió la ruptura del terremoto, sea en la costa o en regiones más cercanas a la cuenca, cuando el campo de ondas entra al suelo de la ciudad se amplifica brutalmente”, y puede llegar a ser “hasta 500 veces mayor”, explicó a la agencia EFE Víctor Manuel Cruz Atienza, jefe del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Cuando las ondas sísmicas inciden en la cuenca del Valle de México “viajan más lentamente y por lo tanto la amplitud del movimiento se dispara”, por ello, en la capital del país sentimos tan fuerte los sismos.
Hace 30 años se pensaba que los reglamentos de construcción eran adecuados para la dimensión de la amenaza sísmica pero la mañana del 19 de septiembre reveló lo contrario.
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Tras la terrible experiencia, la opción que tiene la Ciudad de México es aumentar la prevención pues ayuda a reducir la vulnerabilidad. Una de las herramientas de prevención con las que contamos es la alerta sísmica, que sonará este sábado como parte del simulacro conmemorativo de la tragedia que obligó a la ciudadanía a organizarse y reconstruirse frente a un gobierno ausente.