Semana movida en el Vaticano. Papa Francisco hizo cambios
En una decisión inusual, Francisco sustituye a Müller, uno de los cardenales críticos con el aperturismo
La semana está siendo muy movida en el Vaticano. Al escándalo por la imputación del superministro de Finanzas, el cardenal George Pell, por abusos a menores se suma ahora un cambio de rumbo en uno de los dicasterios o departamentos más importantes de la Santa Sede: la Congregación para la Doctrina de la Fe. El papa Francisco ha decidido no renovar el encargo a su prefecto, el alemán Gerhard Müller (69 años). El purpurado, perteneciente a la línea más conservadora y contrario a las medidas más aperturistas del Pontífice, especialmente en temas de familia, deja paso a Luis Ladaria, arzobispo jesuita español.
La Doctrina de la Fe —conocida antiguamente como el Santo Oficio— es una de las congregaciones clave del Vaticano, puesto que regula y vela por el rigor e integridad del mensaje y porque no sean traicionadas sus esencias. En ese puesto, por ejemplo, estuvo durante casi 25 años Joseph Ratzinger antes de ser elegido Papa. Precisamente, fue él quien escogió en julio de 2012 a Müller y también a su segundo, que ahora pasará a ser el prefecto de la Congregación.
La Santa Sede precisó que el pontífice "ha agradecido" a Müller, "a la conclusión de su mandato quinquenal", su labor al frente de la Congregación, y como presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, de la Pontificia Comisión Bíblica y de la Comisión Teológica Internacional.
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No se recuerdan precedentes para la situación creada, al menos en los últimos tiempos. Tampoco se conocen todavía los motivos claros, pero como apunta La Stampa, parece ser que Müller también estaba por la labor de no continuar. El alemán no se encontraba alineado con la línea aperturista del Pontífice, especialmente en cuestiones como las que trata la controvertida exhortación apostólica Amoris laetitia, que por primera vez abría la puerta de la Iglesia a los hombres y mujeres divorciados. Esa podría ser una de las explicaciones del distanciamiento, pero Ladaria tampoco es el perfil más progresista que se podía encontrar.
La exposición pública a la que se ha sometido voluntariamente Müller y su toma de posición en algunos asuntos podrían haber afectado a su no renovación. “Digamos que no era muy sensible ante determinadas críticas, no tenía mucha habilidad social”, señalan fuentes de su entorno. Müller fue también directamente señalado por Marie Collins, una de las víctimas que integraban la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, como una de las personas que había entorpecido las reformas y la relación con las víctimas que dicho órgano había sugerido. Ella lo llamó en su momento "resistencias".
El hecho de que no se renueve al prefecto de uno de los dicasterios más importantes no es nuevo en el pontificado de Francisco, pero todavía no había sucedido en un área de tanta relevancia. El nuevo responsable de la Congregación para la Doctrina de la Fe es un jesuita, como el papa, de 73 años, nacido en Manacor, en la isla española de Mallorca, y profesor de la Universidad Gregoriana.