Se despide de Wimbledon
Un resbalón durante un punto del primer set, ante la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, dejó maltrecha la pierna derecha de la estadounidense de 39 años
Wimbledon, Inglaterra
Serena Williams se mordió el labio superior. Se tapó la boca con su mano izquierda y trató de contener las lágrimas al intentar un saque. No podía más en su partido de primera ronda de Wimbledon.
Un resbalón durante un punto del primer set dejó maltrecha la pierna derecha de la estadounidense de 39 años. Era un abrupto final en un torneo en donde ha conquistado siete de sus 23 títulos de sencillos de Grand Slam. También puso fin a otro intento por igualar el récord de consagraciones en los majors.
“Me rompió el corazón tener que abandonar”, dijo Williams en un comunicado divulgado por el torneo. “Sentir el extraordinario cariño y apoyo del público hoy cuando entré — y salir — de la pista es algo que valoro mucho”.
¿Cómo reaccionó Roger Federer al enterarse de lo ocurrido con Williams? “Dios mío, no puedo creerlo”, dijo al articular un sentimiento que comprendía muy bien.
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Williams se disponía a sacar en el quinto set en la Cancha Central — donde el techo se cerró al llover durante buena parte de la tarde — cuando perdió el equilibrio cerca de la raya de fondo al tratar de devolver un forehand de la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich.
Al evidenciar claras muestras de dolor, Williams empezó a jugar con incomodidad. Pidió asistencia e intentó seguir jugando. El público trató de darle aliento.
Pero eventualmente, Williams quedó de rodillas. Acabó dirigiéndose a la red para estrecharle la mano a Sasnovich, con el marcador 3-3 en el set y 15-30 en el juego.
“Me siento muy triste por Serena”, dijo Sasnovich, la número 100 del ránking y cuyo avance a la cuarta ronda de Wimbledon en 2018 es su mejor resultado en un Slam. “Es una gran campeona. Son cosas que a veces pasan en el tenis. Pero le deseo todo lo mejor, que se recupere”.
Williams levantó su raqueta con el brazo derecho y se llevó la palma de su mano izquierda al pecho para saludar a los espectadores.
Oficialmente, este partido quedará en los registros como apenas la segunda derrota de Williams en la primera ronda de un Slam.
En el turno previo en la Cancha Central, Federer sobrevivió un duro examen con un asterisco.
Adrian Mannarino, en el día que cumplió 33 años, ganó el segundo y tercer sets antes de abandonar por una lesión en la pierna. El francés iba perdiendo en el cuarto set cuando se resbaló en el césped y cayó mal, sujetándose la rodilla derecha y muecas de dolor. Disputó renqueante los siguientes dos juegos del duelo de primera ronda antes de desistir. El resultado: 6-4, 6-7 (3), 3-6, 6-2.
Federer se mostró avergonzado por el triunfo.
“No me gusta que sea así”, dijo al dirigirse al público. “Pudo ganar el partido al final. Era obvio que fue el mejor jugador”.
Una errática devolución de derecha complicó a Federer toda la tarde y el astro suizo estuvo al borde de perder en la primera ronda de un Grand Slam por primera vez desde 2003. Cometió cuatro errores no forzados con la derecha en el desempate.
Pero logró salir vivo, y el ocho veces campeón de Wimbledon quedó con foja de 7-0 de por vida frente a Mannarino.
Venus Williams, la hermana mayor de Serena, acumuló 10 aces rumbo a su primera victoria en el All England Club desde 2018. Jugando en la Cancha 3, la estadounidense de 41 años se apuntó su 90no triunfo en Wimbledon al vencer a la rumana Mihaela Buzarnescu por 7-5, 4-6, 6-3.
Cinco veces campeona de sencillos en la Catedral, Venus cumple su 23ra comparecencia en el torneo y amplió a 90 su récord de participaciones en los Slams.
La ex número uno del ranking inició la semana como la 111 del escalafón y antecedida por derrotas en la primera o segunda ronda de los últimos ocho majors.
“No se puede ganar siempre. La vida se trata de saber responder a los desafíos. Cada punto es un reto en la pista. Nadie te regala nada”, dijo Venus, quien hace un década fue diagnosticada con el síndrome de Sjogren, una enfermedad del sistema inmunológico que puede causar fatigar y dolores en las articulaciones.
También el martes, la número uno mundial Ash Barty supo reaccionar tras verse en apuros y avanzó a la segunda ronda. Jugando en césped por primera vez en dos años, la australiana superó a la española Carla Suárez Navarro por 6-1, 6-7 (1), 6-1.
Barty dejó escapar el segundo set cuando estuvo a dos puntos de la victoria pero recuperó el control al llevarse los primeros 13 puntos y cinco juegos del tercer parcial.
Suárez Navarro disputó apenas su segundo certamen tras recuperarse del linfoma de Hodgkin.
En el cuadro masculino, el argentino Diego Schwartzman (9no preclasificado) dio cuenta 6-3, 6-4, 6-0 del francés Benoit Paire.
“Fue un buen partido de principio a fin”, dijo Schwartzman, quien llegó a Londres sin ningún tipo de rodaje previo en la superficie y tras alcanzar los cuartos de final en el Abierto de Francia. “Me sentí muy cómodo desde el primer momento. Eso me da una especie de confianza”.
Además, el juvenil estadounidense Sebastian Korda — cuyo padre, Petr, ganó el Abierto de Australia en 1998 y cuyas hermanas Nelly y Jessica brillan en la gira de golf femenino — se estrenó con el pie derecho en su debut absoluto en Wimbledon al eliminar 6-3, 6-4, 6-7 (5), 7-6 (5) al australiano Alex de Miñaur (15to cabeza de serie).
Alexander Zverev (4) y Denis Shapovalov (10) también sortearon la primera ronda.