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¡Sale el Sol!

En un estadio casi vacío, el acto fue muy colorido

Abrumados por la pandemia y demorados un año, los Juegos Olímpicos de Tokio finalmente fueron inaugurados, con un despliegue de fuegos artificiales y una ceremonia meticulosamente coreografeada para la televisión.

¡Sale el Sol!
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Hoy es un día de esperanza. Cierto, es algo muy diferente a lo que todos nos habíamos imaginado… Pero permítanos disfrutar este momento porque finalmente todos estamos aquí juntos. Esta sensación de unidad, esta es la luz al final del oscuro túnel de la pandemia”. Thomas Bach, Presidente del COI

Abrumados por la pandemia y demorados un año, los Juegos Olímpicos de Tokio finalmente fueron inaugurados, con un despliegue de fuegos artificiales y una ceremonia meticulosamente coreografeada para la televisión.

En un estadio casi vacío, el acto fue muy colorido pero con un tono extrañamente mesurado y que marca el tono para unos singulares Juegos en medio de una pandemia.

La delegación mexicana desfiló en la recta final de la inauguración, los atletas que acudieron a la ceremonia fueron liderados por la golfista Gaby López y el clavadista Rommel Pacheco, quienes fueron los encargados de portar la bandera de México.

Naomi Osaka, la estrella japonesa del tenis, recibió la última posta del relevo del fuego olímpico dentro del Estadio Nacional y prendió el pebetero.

En una ceremonia privada de la energía de una multitud, estos Juegos Olímpicos han sido convocados en un país anfitrión que los observa con indignación y estupor. Pero los organizadores cifran sus esperanzas de que el entusiasmo por el inicio de las competencias deportivas aplacará la generalizada oposición.

“Hoy es un día de esperanza. Cierto, es algo muy diferente a lo que todos nos habíamos imaginado”, dijo el presidente del COI Thomas Bach. “Pero permítanos disfrutar este momento porque finalmente todos estamos aquí juntos”.

“Esta sensación de unidad, esta es la luz al final del oscuro túnel de la pandemia”, declaró Bach.

¿Qué tiene de especial Naomi Osaka para ser la encargada de encender el pebetero en los Juegos? La tenista, actual número dos del ranking mundial, es una de las imágenes más poderosas actualmente en el deporte asiático, por lo que hace dentro de la cancha, pero también a causa de lo que representa fuera.

Al comienzo, una luz azul cubrió sobre las gradas vacías y la música a todo volumen enmudeció los gritos de manifestantes afuera del recinto que clamaban por la cancelación de los Juegos, un sentimiento fuerte en el país. Fuegos artificiales iluminaron el cielo. En forma de octágono, la tarima evocó el emblemático Monte Fuji.

Más adelante, un popurrí de canciones, incluyendo las de icónicos videojuegos japones, fueron la banda sonora para el desfile de las delegaciones de atletas.

Casi todos con mascarillas, los atletas saludaron con entusiasmo hacia las miles y miles de butacas vacías y al mundo ávido de verles competir, pero al mismo tiempo tratando de entender las circunstancias del presente.

Los deportistas de Tokio 2020 fueron recibidos con notas musicales familiares. Un popurrí orquestal de canciones de videojuegos japoneses emblemáticos sirvió como banda sonora para el desfile de países en la inauguración.

Los organizadores guardaron un minuto de silencio por todos los fallecidos de COVID. Al ponerle pausa a la música, el ruido de las protestas afuera hizo eco en la distancia.

Esos gritos plantean una pregunta fundamental en estos Juegos mientras Japón y buena parte del resto del mundo padecen el azote de una pandemia que se extiende a su segundo año y arrojó cifras récord de contagios en Tokio esta semana: ¿Será eso suficiente?

Con el coronavirus infectando y cobrándose vidas día tras día, se duda si la llama olímpica puede contra el miedo o brinda una cuota de catarsis — incluso asombro — tras un año de sufrimiento e incertidumbre en Japón y en el resto del planeta.

La selección de las barras y las estrellas no pudo acudir al Estadio Olímpico de Tokio, ya que tuvieron que concentrarse para el partido que sostendrán ante Nueva Zelanda.

“Hoy, con el mundo enfrentando enormes desafíos, algunos vuelven a cuestionar el poder del deporte y la importancia de los Juegos Olímpicos”, dijo la presidenta del comité organizador de Tokio 2020, Seiko Hashimoto. Refiriéndose al impacto de los Juegos, Hashimoto remarcó: “Este el poder del deporte. Esta es su esencia”.

El emperador japonés Naruhito declaró inaugurados los juegos, con los fuegos artificiales haciendo retumbar el estadio tras pronunciarse.

La actividad deportiva ya empezó —el fútbol, por ejemplo— y parte de la atención empieza a volcarse a las competencias.

Mientras en el interior del estadio Nacional se llevaba a cabo la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos, cientos de personas protestaron a un costado del inmueble por la realización de la justa que se da en pleno repunte de la pandemia de Covid-19 en Japón.

Por una noche, al menos, la vistosidad y el mensaje de esperanza de la ceremonia de apertura quizá sea un momento de distracción global ante toda la angustia y furia que la rodea.

Naomi Osaka se convirtió en la séptima mujer que enciende el pebetero de los Juegos Olímpicos. Aunque cada vez es más común que esto suceda, todo comenzó recientemente. La mexicana Enriqueta Basilio fue la primera que lo hizo, en México 1968.

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Inspirado por el Sol, el pebetero de los Juegos Olímpicos de Tokio está diseñado para ser mejor para el planeta. La llama en el Estadio Nacional de Tokio y otro pebetero ardiendo a lo largo del litoral cerca de la Bahía de Tokio durante los Juegos Olímpicos serán mantenidos en parte por hidrógeno, la primera vez que la fuente de combustible será usada en un fuego olímpico.



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