Sale a buscar ingreso pese a sufrir una discapacidad

Don Ramón Reyes es un hombre quien desde hace un año y medio recorre las calles del fraccionamiento San Valentín, ofreciendo a los vecinos el rico pan dulce. Quizás su actividad laboral no tendría nada de especial, si no fuera por el hecho de que lo hace desplazándose en silla de ruedas y sin apoyo de alguien.

Cada tarde, y especialmente en estos últimos días en que las temperaturas cálidas han sido extremas, don Ramón Reyes sale en su silla de ruedas adaptada con un canasto en el cual coloca y apila las piezas de pan que luego ofrece a los vecinos.

Se desplaza en su silla de ruedas, impedido de caminar, pero lo hace con tal ánimo y compromiso que no la inclemencia del calor vespertino lo amilana y se lanza por las calles de este amplio sector de la ciudad, en donde logra vender un promedio de 70 a 100 piezas diariamente.

“Últimamente es menor la venta de pan dulce, pues con el calor la gente poco lo compra, yo quise irme a la Plaza Principal para trabajar como bolero, pero no me dejaron y pues aquí sigo en la venta de pan como lo hago desde hace un año y medio”, explica en una parada breve para atender al reportero.

Refiere que se impuesto el compromiso de mantenerse ocupado y buscar el ingreso económico diario, por lo que confía que vengan tiempos mejores, después de despachar un pedido de pan se despide y vuelve nuevamente a continuar su recorrido.