Empresarial

‘Saldremos de la crisis cuando trabajemos más’

El empresario de origen japonés Carlos Kasuga Osaka, ofreció conferencia en Reynosa
  • Por: Juan Gilberto Banda
  • 26 / Junio / 2016 -
  • COMPARTIR
‘Saldremos de la crisis cuando trabajemos más’

VISITA. Carlos Kasuga Osaka, empresario “fabricado en Japón pero hecho en México”.

gilberto.banda@elmanana.com

Para el empresario Carlos Kasuga Osaka, director general del Grupo Yakult, el país está inmerso en una crisis económica global y salir de ella depende mucho del entorno mundial, pero no solo esto, “todos los que vivimos aquí debemos pensar en una sola meta: que a México le vaya bien. Y es que si a México le va bien, pues a nosotros también”.

En entrevista con EL MAÑANA, dijo que será más fácil superar la crisis si todos nos esforzamos en trabajar más, en producir más, en gastar menos y en ahorrar más.

Y añadió: “nuestro México es un país rico, lleno de oportunidades. Somos la envidia de muchas naciones que no cuentan con los recursos naturales que tiene nuestro país, y si somos una nación con un alto grado de pobreza extrema es porque no hemos podido aprovechar lo que tenemos, porque es más fácil ir a pedir, con los programas sociales implementados por el gobierno, que ofrecer trabajar más”.

Citó que en una ocasión fue a Chiapas y vio cientos de mangos en el suelo. Le dije a una persona que estaba acostado en una hamaca bajo un frondoso árbol: ¿Por qué no los levantas?, y él me contestó: ¿Para qué? Pues para que los vendas, le dije. “Pero aquí todos tienen, ¿a quién se los voy a vender?”.

Mencionó que hay países como Japón que no conocen el mango más que cuando ven películas mexicanas de las viejitas, entonces, esos países son un mercado potencial para esa fruta que aquí dejamos que se pudra.

-- Don Carlos, le comenté, aquí la mayoría de los universitarios que se quejan que al terminar su carrera batallan para encontrar trabajo, ¿Qué les aconseja?

-- Pues que no se conviertan en empleados, que creen sus propias empresas, que borren de su mente la posibilidad de estar siempre al servicio de un patrón.

-- ¿Pero usted cree que haya oportunidades para ello?

Mencionó que ayudó a crear tres empresas con jóvenes universitarios: en Chiapas establecimos un criadero de loros pero los enseñamos a hablar inglés y ahora los gringos los compran y se los llevan a Estados Unidos solo porque en las mañanas te dicen: good morning y en diciembre, Merry Christmas.

En Villa Hermosa abunda el peje lagarto, que en los restaurantes y fondas situadas a la orilla de la carretera los ofrecen fritos y al mojo de ajo en 140 pesos. Nosotros los mandamos vivos a Japón y los pagan a 200 dólares cada uno porque son especies únicas que solo se dan en México.

En Zacatecas la queja por muchos años es que sobreproducen frijol y no hay quién lo compre, mientras que en Valladolid, Yucatán, hay tantos mangos que no hayan qué hacer con esa fruta. Entonces, compramos un camión tortón que en Zacatecas llenamos de frijol y lo vamos a vender a Yucatán y para que el camión no se venga vacío lo cargamos de mangos que se venden a muy buen precio en Zacatecas.

“Tenemos que ser creativos y tener una mentalidad que nos permita crear nuestras propias empresas para no tener que depender de un jefe”, enfatizó.

SU SUEÑO

El sueño de Carlos Kasuga cuando niño era ser médico y ayudar a la gente. Hoy, de manera indirecta, lo hace con Yakult, empresa de la que es el fundador.

Líder en el sector empresarial de “fabricación” japonesa, pero orgullosamente mexicano, ha buscado dejar huella en todo lugar donde pueda trabajar.

La casa matriz de Yakult se estableció en Tokio. En 1981 llegó a México y a la fecha vende más de 4 millones de botellas diarias, pero es apenas una de las muchas empresas en las que Kasuga ha tenido participación.

Además, es presidente del Consejo Directivo de Distribuidora Kay, empresa dedicada a la fabricación de juguetes inflables; preside el Directivo de Yakult y fundó también el Liceo Mexicano Japonés, escuela con filosofía oriental.

El empresario mexicano-japonés, de 78 años, estuvo en esta ciudad, invitado por la Delegación Reynosa de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación para compartir su experiencia empresarial a universitarios, académicos, empresarios y emprendedores.

En el dialogo que sostuvo en el salón de eventos de conocido hotel de la localidad, Kasuga se autodefinió como “una persona que ama mucho a México”, y habla de su infancia, adolescencia y juventud con el orgullo de saber que, a pesar de que sus padres no hablaban español al llegar a México, lograron fundar una empresa.

Dice que comenzó a trabajar a los 20 años y hoy es el segundo empresario más admirado de México, según una encuesta realizada a estudiantes mexicanos; y su secreto para tener éxito, no solo en el ámbito laboral sino también en el personal, tiene cuatro vertientes.

Estas son: el bien ser, que consiste en ser puntual, honesto, trabajador, limpio y responsable. El bien hacer, que impulsa a hacer de inicio las cosas bien. El Bien estar, que es dar a la familia, al trabajo y a la sociedad más de lo que se recibe. Y, por último, el bien tener, que, a decir de Kasuga, llega cuando las tres vertientes anteriores se cumplen.

“Todos deberíamos desarrollar cuatro cualidades y aprender; no busquen tener rápido y fácil sin hacerlo bien”, aconseja.

Kasuga trabajó por ocho años haciendo de todo: cobranza, ventas, producción y distribución; hasta que la empresa generó las utilidades para desempeñarse en un solo puesto: la dirección.

La educación para Kasuga es fundamental, pues a pesar de que en nuestro país contamos con todos los recursos, algunos no se aprovechan como deberían, considera.

“En México la educación es solo de conocimiento, y debería ser formativa, en Japón las instituciones son formativas, hay valores de servicio y disciplina, no hay gente de servicio, los alumnos hacen el aseo, porque la calidad, la salud, la seguridad laboral, y la ecología empiezan siempre desde la limpieza, es la virtud más noble”.

Además, afirma que si los maestros cambiaran la mentalidad para alentar a los alumnos, la manera de pensar de éstos, llevaría a México a un mejor lugar.

“En la escuela nos educan para no hacer cosas; no brinques, no juegues, no te subas, no grites, no veas, no digas, no hagas; eso nos han metido a la cabeza desde niños; y no. Hay que hacer, brincar y caerse, jugar y perder, decir y gritar, aprender, siempre”.

El empresario, que ha tenido la oportunidad de alternar su vida entre Japón y México, encuentra marcadas diferencias en el aprovechamiento de los recursos de ambos países.

Una de las desventajas de los empresarios mexicanos es que se desaniman muy pronto.

“México vende más de 2 millones de barriles diarios de petróleo, Japón solo es el mayor productor de automóviles del mundo; México tiene grandes recursos naturales, de sus suelos salen metales que pueden aprovecharse; Japón no tiene nada de eso, pero tiene ganas de hacer las cosas”.

La principal ventaja de los mexicanos es que cuentan con un ingenio, que en ningún otro lugar había encontrado, asegura el empresario.

“En su gente, México es más rico que Japón. Necesitamos cambiar de actitud, el mexicano tiene todo para salir adelante. En los pueblos de México, los ricos son extranjeros, franceses, españoles, japoneses, alemanes, ¿por qué no hay más empresarios de México?”, demanda. ‘Saldremos de la crisis cuando trabajemos más’

INTERÉS. El director general del Grupo Yakult compartió su experiencia empresarial durante una conferencia que organizó Canacintra-Reynosa.


PONERSE LA CAMISETA

Kasuga busca siempre estar cerca de sus empleados y conocer sus inquietudes; la mejor manera de lograrlo no es haciéndolo saber, sino demostrándolo. El ejemplo arrastra, asegura.

“Todos los jueves agarro a uno de mis trabajadores, a cualquiera, y le digo ‘Hoy voy a cenar a tu casa’. Pasamos a una tienda a comprar donas, panes y café; no importa lo que vayamos a comer, porque lo que quiero es convivir con mis empleados, saber qué les preocupa, conocer a su familia”.

Una de las reglas que en las empresas en las que el también contador público participó, era que no había distinciones entre empleados operativos y administrativos, se evitó hacer baños privados y todos iban al mismo lugar; cada contratación se piensa como una “adopción”.

“Por marcadas diferencias los empleados no se ponen la camiseta, cuando tú le prendes la chispa a tu gente, aumentas calidad. En Yakult solo se corre a la gente cuando hace lo siguiente: llega tarde muchas veces, falta muchas veces, roba, o llega tomado”.

DEJA TU COMENTARIO
EL MAÑANA RECOMIENDA