Ríos y canales podrían tornarse gran atractivo
Hasta la fecha no ha habido interés en aprovecharlos para crear una serie de atractivos turísticos, o para establecer una red de comunicación acuática que ahorre tiempo y dinero en el desplazamiento de grandes contingentes
Compuertas sobre el canal Anzaldúas, retiradas en 1977, que permitían la canalización de las aguas del canal Anzaldúas a través del dren de las Mujeres hacia el río Bravo y por el dren Reynosa Poniente para el canal Rhode. En la foto el presidente municipal, Romeo Flores Salinas, supervisando las tareas de retiro de las compuertas de fierro y la modificación de los pilotes para construir el puente número tres, actualmente carril de venida del centro de la ciudad
Reynosa es una ciudad cruzada por varios canales y drenes, que forman parte de los distritos de riego y de abasto de agua potable a la población, además de estar ubicada en la margen sur del río Bravo; pero, hasta la fecha no ha habido una administración pública que se interese en aprovecharlos para crear una serie de atractivos turísticos, o para establecer una red de comunicación acuática que ahorre tiempo y dinero en el desplazamiento de los grandes contingentes que van de un lugar a otro de la urbe y poblaciones aledañas.
ENTONCES HABÍA NAVEGACIÓN
Según el historiador Otto Schober, el río Bravo tuvo una intensa actividad de navegación entre los años de 1846 hasta 1917, aproximadamente; sus aguas soportaban el desplazamiento de barcos de madera movidos por calderas de vapor, con capacidad para transportar hasta 200 toneladas de carga, incluyendo a la tripulación, que normalmente estaba conformada por capitán, piloto, un ingeniero, cocinero, ayudantes y fogoneros que alimentaban las calderas con leña de mezquite de la región.
Las embarcaciones provenientes de Europa y Estados Unidos se concentraban en Bagdad, puerto que al constituirse en municipio llegó a tener una población de 12 mil habitantes.
Durante la guerra civil estadounidense, llegaron a atracar frente a la barra de Bagdad hasta 200 embarcaciones. Las naves fluviales partían de Bagdad para Matamoros y Brownsville; luego continuaban hasta Reynosa, Río Grande y Roma, Texas.
Ha faltado imaginación para invertir recursos públicos o traer inversionistas que conviertan el río y los canales, que actualmente son un estorbo, en un gran atractivo. En el tratado de 1944, que sigue vigente, se habla de la navegación por el río; eso da idea de lo razonable del aprovechamiento de las vías de agua para la movilización de vastos contingentes con fines productivos o recreativos.
UNA VÍA RÁPIDA PARA DESPLAZARSE
El jefe de la Junta de Administración Civil, Ernesto Gómez Lira, se atrevió a rescatar un elevado número de hectáreas para la ciudad con el relleno del dren de las Mujeres, que se sigue confundiendo con el dren Reynosa-Poniente, y el corrimiento del bordo de protección del río Bravo; falta, en los días que corren, otra autoridad con la misma imaginación y empuje para convertir la red de canales en cuerpos de agua navegables, tanto para el desplazamiento rápido, fácil y barato de personas, como de carga.
Un embarcadero en Reynosa podría llevar un buen numero de personas río arriba hasta las poblaciones de la región Ribereña, o agua abajo a Río Bravo y demás asentamientos en la margen del río, lo mismo que un seguro y barato desplazamiento de carga de la más diversa naturaleza.
Antecedentes históricos del Dren de las Mujeres
El antecedente más remoto de lo que fue el Dren de las Mujeres, lo publica en su extraordinario libro Compilación Histórica Riobravense, el maestro José María Garza Báez, citando al Ing. Eduardo Chávez Ramírez, promotor de los sistemas de riego, en su entrevista con el presidente de la República, Gral. Lázaro Cárdenas del Río, que creó las más sorprendentes obras hidráulicas del país, el 6 de febrero de 1936. El Ing. Chávez trabajaba en la construcción de un raje en el bordo de contención del río Bravo con la aquiescencia del secretario de Obras Públicas, Francisco J., Múgica, en lo que sería posteriormente la presa El Retamal, en Río Bravo, cuando tuvo oportunidad de charlar con el presidente.
TELEGRAMA A CÁRDENAS
Narra el Ing. Chávez que, al saber que el presidente Cárdenas iba a estar en Monterrey, le envió un telegrama solicitando una entrevista para explicarle cómo podían aprovecharse los caudales del río Bravo para crear sistemas de riego por gravedad en la parte mexicana del delta de esta caudalosa vía de agua. El presidente lo buscó y en viaje en automóvil hasta estación Control, donde estaba el tren presidencial, le explicó su idea, señalando que con el aprovechamiento de las aguas que se desperdiciaban porque iban directo al mar, podría crearse un gran emporio agrícola en la región sin afectar los tratados internacionales para el uso de los caudales del Bravo y aprovechando las características geográficas sin necesidad de construir enormes obras de bombero, como se hacía en el lado americano.
Ya en el vagón-despacho del tren presidencial, y contra la oposición de los expertos del gabinete, que no creían posible la conducción de agua del río Bravo por gravedad hacia las tierras de cultivo (ni los gringos lo han hecho, decían), don Eduardo tuvo el apoyo del presidente (que sabía escuchar) y, además, todos los recursos necesarios para llevar a cabo la construcción de dos represas en el río, una, ya iniciada, en El Retamal y otra aguas abajo que habría de llamarse Colombres.
EL LOGRO: UN TRATADO
Gracias al empeño y arrojo del Ing. Chávez, en 1944 se firmó el Tratado Sobre Distribución de Aguas Internacionales.
Años después, en la sesión número 203 de la Comisión Nacional de Límites y Aguas de México y Estados Unidos, celebrada el 23 de diciembre de 1955, en la ciudad de El Paso, Texas, se acordó la creación de la presa derivadora Anzaldúas “donde en la margen derecha nace el canal principal Anzaldúas. En su parte inicial tiene una capacidad máxima de 280 m 3 /s, aunque se reduce a 250 m 3 /s después de los primeros 4 km, ya que en esta parte se tiene la estación de bombeo Anzaldúas-Rodhe como fuente alternativa para apoyar el abastecimiento de la tercera unidad del DR 026 Bajo Río San Juan, Tam., o para abastecer el servicio público-urbano de Reynosa, Tam., con una capacidad de 30 m 3 /s”.
Las compuertas del canal Anzaldúas, servían lo mismo para enviar o recibir caudales para y desde río Bravo, a través del Dren de las Mujeres, hacia el norte; que para enviar o recibir agua del canal Rhode por medio del dren Reynosa-Poniente, hacia el sur-suroeste. El canal Rhode viene desde la presa Marte R. Gómez y recibe caudales del río San Juan, por lo que a veces necesitaba de vías auxiliares para evitar inundaciones.

INICIA EL RELLENO. Entrada a la colonia Aquiles Serdán en 1977, cuando se avanzaba el relleno sanitario sobre el dren de las Mujeres, que posteriormente soportaría una serie de edificaciones y el bulevar Luis Echeverría.
