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Reynosenses se apoderan del Estadio ‘Eugenio Alvizo’

Alrededorde 300 aficionados convirtieron el recinto en su propio ‘infierno naranja’

Los alrededor de 300 aficionados reynosenses que hicieron el viaje a Ciudad Victoria se apoderaron por completo del Estadio Universitario Profesor Eugenio Alvizo Porras convirtiéndolo en su propio infierno naranja.

Reynosenses se apoderan del Estadio ‘Eugenio Alvizo’

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Los alrededor de 300 aficionados reynosenses que hicieron el viaje a Ciudad Victoria se apoderaron por completo del Estadio Universitario Profesor Eugenio Alvizo Porras convirtiéndolo en su propio infierno naranja.

Los ánimos se encendieron con la aparición de los Talibanes, que fueron la sensación en aquella final del 2016, ayer también hicieron de la suyas junto a Lichita, la madre de los Correcaminos Norte, y a los cientos de padres de familia y amigos de los jugadores.

La final no fue apto para cardiacos y la porra de Reynosa sufrió como si estuviera en una montaña rusa llena de emociones. 

La guerra de porras estuvo bastante intensa y la mayor parte del duelo los fronterizos dejaron en silencio a los capitalinos al gritarles constantemente "Porra Bofa".

La explosión de júbilo llegó en los tiempos extras cuando Josué Díaz Torres "El Huevos" interceptó el pase que marcó el final y sin pensarlo hicieron una invasión del emparrillado para festejar a sus muchachos.

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Le pone ‘huevos’

Josué Díaz Torres "El Huevos" se sacó un 10, así como el número que defendió ayer en la gran final y que se vio en plenitud por los aires al momento que se estiró para interceptar el balón que dio el cerrojazo final del partido.

"El Huevos" es uno de los pocos sobrevivientes que realizaron la hazaña del primer título de Correcaminos Norte en el 2016. La película la volvió a repetir de alzar el campeonato en territorio de su acérrimo rival Correcaminos Victoria.

El esquinero festejó en grande con sus compañeros y sus más fieles seguidores que es su familia.

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Víctor Luna les dio vida

El ala cerrada Víctor Luna Pulido fue una de las figuras claves en la final y en el último cuarto voló a la zona prometida para darle vida a Correcaminos Norte empatando el partido 13-13 ante Correcaminos Victoria.

El número 24 revivió a los reynosenses al ejecutar la mejor jugada (pase de escape) del encuentro al nunca dejar de mover las piernas soportando los fuertes bloqueos que parecía que lo doblaban, pero la garra lo empujó a correr 20 yardas. 

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Con dedicatoria hasta el cielo

Oscar Garza levantó su mano y apuntó su dedo hacia el cielo antes de recibir el trofeo de campeón, porque en esta ocasión llevaba una dedicación especial, una dedicación hasta el cielo para su hermana Karina (q.e.p.d.) y que lo motivó a no doblarse en una temporada de muchos sacrificios.

"Yo lo prometí, que íbamos a ganar y se logró, va para Karina, va para ella", comentó con mucho sentimiento antes de romper en llanto y abrazar a su padre.

Pocas palabras pero muchos sentimientos para el entrensdor en jefe de Reynosa, que resaltó la actitud de sus jugadores en una final dramática.

"Que nunca se dejaron, resalto que nunca bajaron los brazos", comentó.

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Maciel, el as bajo la manga

Todos los reflectores estaban sobre el mariscal de campo Héctor Jiménez, pero el head coach Óscar Garza tenía un as bajo la manga y fue el juvenil Miguel Maciel que con una espectacular corrida marcó la diferencia en tiempos extras al realizar el touchdown que le dio el segundo campeonato de Correcaminos Norte en la Conferencia Roja de la Liga Mayor ONEFA.

El número 13 se armó de valor en "muerte súbita" al correr por el centro endureciendo el cuerpo para aguantar el bloqueo y aprovecho el mínimo hueco que se abrió escapándose 10 yardas.





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