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Responsabilidad y costos recaen en padres de familia

La federación se ha desentendido de la labor fundamental de acompañamiento educativo

Ciudad de México

”Lo que es increíble es que en el evento más disruptivo en la historia de la educación pública, la SEP ha sido omisa no sólo en la asignación de presupuestos sino también en hacer cosas que puedan servirle a las escuelas y a los maestros”. Bernardo Naranjo, director de la organización Proyecto Educativo.Responsabilidad y costos recaen en padres de familia

Bernardo Naranjo, director de la organización Proyecto Educativo, explica el problema del regreso a clases con una metáfora: “Tienes 32 barcos en medio de la tormenta y el puerto, en vez de mandarles ayuda, mandarles especialistas, algo que les ayude, lo único que hace es poner restricciones a las reglas de navegación”.

En entrevista, Naranjo señala que la federación se ha desentendido de la labor fundamental de acompañamiento educativo, como indicar qué dar o no dar en el salón de clases, cuáles son los contenidos esenciales; en lugar de darles una guía, pidió a cada maestro escogerlos (los contenidos). “Es un ejercicio que va a ocurrir millón y medio de veces, en lugar de que la SEP oriente el trabajo pedagógico en las escuelas”.

Explica que tampoco hay recursos extraordinarios para las escuelas a fin de garantizar insumos, infraestructura y conectividad, pues salvo la compra de espacios televisivos para el programa Aprende en Casa, la federación no ha movido su estructura, sus programas ni sus presupuestos.

“Lo que es increíble es que en el evento más disruptivo en la historia de la educación pública, la SEP ha sido omisa no sólo en la asignación de presupuestos sino también en hacer cosas que puedan servirle a las escuelas y a los maestros”.

Y pone otro ejemplo: no hay un lineamiento claro para decir quiénes vuelven y cómo vuelven a la escuela. “Sólo hay declaraciones, pero no hay un documento oficial que envíen a las autoridades estatales para que puedan decir: ‘Les voy a pedir a las escuelas esto’. Y al no haber un sustento normativo, quien tiene la responsabilidad última es el director de la escuela y eso no se vale, estás dejando solas a las escuelas para que se arreglen como puedan”.

En suma, señala: “No les estamos dando presupuesto, no hay acompañamiento académico, no hay sustento normativo; entonces, ¿qué les estamos dando?”.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria elaboró un estudio sobre el gasto de inversión en infraestructura sanitaria para el regreso a clases. En el documento, la investigadora Thamara Martínez señala que 31.6% de las escuelas de educación básica no cuentan con lavamanos; son 62 mil 629 planteles.

“Sólo para poner en todas las escuelas un lavamanos”, señala, “se requiere una inversión de 10 mil 376 millones de pesos, tomando como base el costo de los 8 mil bebederos que se instalaron en 2018.”

También refiere que todos los programas para atender la emergencia sanitaria para 2021 de la estrategia Aprende en Casa y en línea, tuvieron recortes: Producción y distribución de libros y materiales, producción y transmisión de materiales educativos y programa para el desarrollo profesional docente. En suma, los tres programas pagaron en total 3 mil 867 millones de pesos (mdp) al cuarto trimestre de 2020, 6.9 % menos que lo ejercido en conjunto en 2019. Mientras que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, el presupuesto para este grupo de programas es de 3 mil 703 mdp, 7.4% menos en términos reales.

Por otro lado, el estudio “La Escuela es Nuestra. Evolución del gasto y objetivos” indica que el gasto en infraestructura educativa disminuyó 79.1% entre 2020 y 2021, con una asignación de sólo 240 millones de pesos; mientras que el Programa la Escuela es Nuestra, si bien ha tenido incremento de recursos este año, los 12 mil millones de pesos asignados se dividen en tres componentes: infraestructura educativa, la provisión de alimentos y la extensión de la jornada escolar, por lo que “desplaza a la inversión en infraestructura educativa como principal objetivo de estos recursos, lo que aleja a la infraestructura educativa de ser considerada una política prioritaria”.

Los padres de familia han invertido en el trabajo de limpieza escolar y en los insumos: en promedio, 276 pesos por alumno. Al multiplicar esta aportación por el número total de alumnos en educación básica, la inversión que realizan los padres de familia podría superar los 6 mil millones de pesos.

Si bien no es posible cuantificar el número de padres y madres de familia que participan en estas labores –que la SEP denomina “Tequio de Limpieza”–, lo cierto es que los insumos y el trabajo hasta ahora lo ponen los padres de familia.

Sin reglas  claras

- No hay un lineamiento claro para decir quiénes vuelven y cómo vuelven a la escuela. 

- Al no haber un sustento normativo, quien tiene la responsabilidad última es el director de la escuela y eso no se vale

- El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria elaboró un estudio sobre el gasto de inversión en infraestructura sanitaria para el regreso a clases. 

- Investigadora Thamara Martínez señala que 31.6% de las escuelas de educación básica no cuentan con lavamanos; son 62 mil 629 planteles.

- “Sólo para poner en todas las escuelas un lavamanos”, señala, “se requiere una inversión de 10 mil 376 millones de pesos”.



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