Recuerdan los episodios violentos Juárez-Vidaurri
Cronista de Santa Catarina habla ante la Sociedad de Historia sobre el tema
En la reunión de la Sociedad de Historia de Reynosa, el cronista de la ciudad de Santa Catarina, Nuevo León, Antonio Guerrero Aguilar, dictó la conferencia “Presencia de Benito Juárez en el noreste de México”.

El 16 de febrero de 1856, Vidaurri unió Coahuila y Nuevo León; Tamaulipas quedó en el intento. La idea era formar un solo bloque para controlar los recursos desde la Aduana de Piedras Negras, la ciudad de Monterrey hasta el puerto de Matamoros.
Bajo esa perspectiva, realizó la unidad de dos entidades, con la oposición de las ciudades de Saltillo, Parras y Ramos Arizpe.
Benito Juárez llegó en 1864 a Saltillo, “y lo primero que le dijo la gente, fue que volviera a separar los estados. Ocurrió entonces la idea de poner como capital a Monterrey”, señaló el historiador.
Guerrero Aguilar subrayó que en ese entonces Vidaurri poseía una gran influencia en estados del sur del país, a los que utilizó como consumidores potenciales de armas, alimentos y algodón.
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Juárez, para lograr tal separación necesitaba recursos que equilibraran la balanza, “y argumentó el principio de integridad y soberanía nacional, mientras que Vidaurri hablaba del federalismo y la independencia de los estados”.
El exgobernador de Nuevo León, usó como mayor recurso una ley de la Constitución de 1857 “que establecía que el presidente no podía entrar en asuntos administrativos en las entidades y también justificó que esa unión era indispensable para mantener un poder necesario en la frontera, ante posibles ataques de apaches, comanches y filibusteros texanos.
Es entonces -explicó el cronista- que en Monterrey se enfrentan dos proyectos de nación, Vidaurri pensaba que Juárez llegaba para quitarlo y puso como condición que el 10 de febrero de 1864 el presidente llegara solamente a Santa Catarina.
Al día siguiente, Juárez avanzó hasta Monterrey, hasta que Vidaurri se sintió seguro, envió la presencia de sus tropas al mando de Julián Quiroga y de Pedro Hinojosa de la Garza.
Hasta el 14 de febrero por fin pudo Juárez entrevistarse con el gobernador, “en 10 ó 15 minutos que duró la conversación no sé que se habrán dicho, lo cierto es que persiguieron al presidente”.
El hijo de Vidaurri tiroteó por la espalda a Juárez, pero éste se salvó. “Comentan que su padre lo recriminó por ese asunto, abofeteó a su hijo y le dijo que era de cobardes atacar por la espalda”.
La ponencia se basó precisamente en estos hechos, el enfrentamiento de hace 150 años entre el principio y soberanía de los estados, contra el de la integridad y soberanía de la patria.