¡Quédate en casa!

Monterrey, N.L.

MUPPETS NOW

Los Muppets están de vuelta en un show de televisión adaptado para las nuevas generaciones.

Si bien nada superará el programa original de los años 70, que recién se anunció regresará por Disney+, la nueva serie Muppets Now tiene todo el encanto para complacer a los fans y conquistar nuevas generaciones.

En seis capítulos, que llegarán uno por semana, se presenta un programa de variedades que incluye recetas, concursos, entrevistas y hasta tips de belleza.

La premisa es que Scooter es el encargado de subir a la red cada una de las secciones que conforman el programa, algunas veces con ciertas complicaciones.

De esta forma vemos consejos de Miss Piggy, con sus invitados Linda Cardellini y Taye Diggs, una sección de cocina con recetas reales y el Chef Sueco intentando ganarle a expertos de la cocina o Fozzie en entrevistando a Seth Rogen y Kermit con RuPaul.

Pepe, el langostino, tiene a su cargo un concurso en el que cambia las reglas del juego a cada momento y por su parte Bunsen y Beaker realizan experimentos al aire libre con resultados poco afortunados.

Lo interesante es que el formato relajado que tiene, hace que los personajes creados por Jim Henson cobren frescura nuevamente.

Es un afortunado regreso.

SIEMPRE ALICE

¿Quiere ver cómo se gana un Óscar a pulso? Julianne Moore da una cátedra indiscutible de ello. A partir de la historia de una brillante mujer de mediana edad que empieza a sufrir los síntomas del Alzheimer, esta actriz ofrece uno de los trabajos histriónicos más detallados e intensos de los últimos años. Moore construye un personaje tridimensional a base de pequeños grandes rasgos, aprovechando las sutilezas que marca el estupendo guión y retratando el impactante proceso de deterioro que la enfermedad trae consigo. Ella es el pilar que sostiene la cinta, pero el resto del elenco está a la altura, o de lo contrario nada iría bien: Baldwin, Bosworth y, especialmente, Stewart, constituyen un gran soporte para que el resultado se sienta tan sólido y honesto. No es una película ni sensiblera ni chantajista, pero tiene un enorme impacto emocional, gracias a una narrativa cuyo tono evita las tentaciones de la “melodramatización” fácil y le apuesta a una sinceridad más acorde con la realidad.

SHAME: DESEOS CULPABLES

La lectura más fácil, y quizá más injusta, que se puede hacer de esta película es centrándose sólo en el tema de la adicción sexual, que constituye un elemento de su argumento. Porque la cinta no es una historia morbosa, ni siquiera con toques eróticos a pesar de tener muchas situaciones explícitas y desnudos integrales. El filme explora de manera fuerte, cruda, sin concesiones o moralejas, el lado más oscuro de la soledad y la incomunicación humana y la urgente necesidad, siempre insatisfecha, de establecer contacto en un mundo de castrados emocionales. El director utiliza una narrativa pausada, pero con un extraordinario manejo de la tensión dramática, para llevar al espectador a compartir el descenso de su protagonista al punto más bajo de la degradación del alma. El peso de la cinta recae en el impresionante trabajo de Michael Fassbender, como el exitoso ejecutivo en NY cuya vida tiene dos caras, complementado por Carey Mulligan, en el papel de su hermana, elemento catalizador del conflicto.