Pumas elimina al líder América
Las Águilas fueron muy inferiores en los dos partidos y ahora se despide con un fracaso más en la era del técnico argentino, sin Concachampions, ni Liga
Ciudad de México
Pumas logró lo que nadie este año en la Liga MX: vencer, en el Estadio Azteca, al América de Santiago Solari. El equipo universitario se impuso (3-1, 3-1 global) y echó al líder.
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América fue muy inferior a los felinos en los dos partidos y ahora se despide con un fracaso más en la era del técnico argentino. Sin Concachampions, ni Liga.
El Coloso de Santa Úrsula fue una sucursal del Olímpico Universitario y la afición auriazul vio a su escuadra comportarse como grande, frente al acérrimo rival.
Erik Lira cometió una falta sobre Roger Martínez dentro del área y Emanuel Aguilera convirtió para hacer estallar el Azteca, apenas a los 11 minutos. Pero el gol le hizo daño al América. Se desdibujó y fue perdiendo posesión; en cambio, Pumas fue otro: se adueñó del balón.
Alan Mozo (29’) sacó un centro que nadie remató y Guillermo Ochoa sólo vio pasar el balón. Llegó el empate.
Al 42’, Washington Corozo remató de cabeza un centro de Mozo, para darle la vuelta a unas Águilas que mostraron mucho coraje, pero poco futbol.
Solari jugó con tres delanteros, ajustó a los cinco minutos del segundo tiempo. No tenía otra opción, pero poco le funcionó.
América llegó, pero nada de peligro. Al 82’, Higor Meritao amplió la ventaja y mató las grandes ilusiones azulcremas.
Pumas sueña en grande. Aquel equipo en el que ni su afición creía está en semifinales, y con opciones de ser campeón.
Retumba el Goya en el Azteca
“Cuando las Águilas atacan, con coraje y con fe, tiembla el estadio...”, reza el himno del América.
La realidad es que esa estrofa describía más a los Pumas, que ayer provocaron un terremoto en el Azteca.
El sonido local tuvo un pésimo “timing” para poner el himno, justo tras el silbatazo final, cuando la Goya retumbaba, cuando Érick Lira daba empellones a sus compañeros y ya no más a los policías, enloquecido por la épica victoria; cuando los auriazules derrochaban energía ya sea hincados o en la piña con la que festejaron la eliminación al líder que no había perdido en casa en la era de Santiago Solari en Liga MX.