Promueve apoyo a región en crisis
Otra vez intentará proyectar la idea de que ‘Estados Unidos está de regreso’ en el continente
La competencia de Estados Unidos por vencer a China en cuanto a influencia en África no ha tenido un buen comienzo.
Nuestra intensa diplomacia ahí es continua y, a través del viaje, nos gustaría demostrar que nuestro compromiso con los socios africanos y las soluciones africanas para los desafíos africanos es perdurable, y continuarán mientras continuemos con nuestros intensos esfuerzos para que nuestros socios africanos y personas en común aborden los difíciles desafíos en Etiopía y ciertamente en Sudán”. Ervin Massing, diplomático de Estados Unidos en África
En agosto, el principal diplomático estadounidense planeó una visita, pero tuvo que posponerla debido a la crisis en Afganistán. Ahora, tres meses después y en un momento en que empeoran dos importantes crisis africanas, el secretario de Estado Antony Blinken otra vez intentará proyectar la idea de que “Estados Unidos está de regreso” en el continente.
A pesar de su importancia en la rivalidad entre Estados Unidos y China, con frecuencia África ha sido ensombrecida debido a temas más urgentes en Europa, Asia, Medio Oriente e incluso Latinoamérica.
De ahí que el viaje de Blinken tenga en parte el objetivo de intensificar el perfil de Washington como un participante en las iniciativas regionales e internacionales para restaurar la paz y promover la democracia mientras compite con China.
Ha sido complicado ser convincente en esto pese a las enormes contribuciones que Estados Unidos ha hecho para combatir la pandemia del coronavirus y otras enfermedades infecciosas en África.
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INYECTA MILLONES
Todo este tiempo, China ha inyectado miles de millones de dólares en el continente, en proyectos de energía, infraestructura y otros temas, pese a acusaciones de Washington de que son sólo manipulaciones para tomar ventaja de los países en desarrollo.
Estimula diplomacia
- Antes que nada, Blinken quiere estimular los hasta ahora infructuosos intentos diplomáticos estadounidenses para resolver los profundos conflictos en Etiopía y Sudán, y contraatacar las crecientes insurgencias en otras partes. Su gira por tres países — Kenia, Nigeria y Senegal — sucede meses después de intentos del gobierno de aliviar ambas crisis, que perduran pese a intervenciones de menor nivel.