Primeros auxilios en casos de quemaduras

La siguiente es sólo una guía básica de orientación, por lo que sólo se apuntan las medidas básicas para hacer frente a las quemaduras.

Para mayor efectividad se recomienda acudir con un médico, enfermera o paramédico.

Cuando se produce una quemadura, es conveniente no emplear mantequilla, ni manteca, aceite, grasa, huevo, jitomate, cebolla, miel, hielo, telaraña, lodo, tepezcohuite y ningún otro tratamiento casero, porque está comprobado que sólo incrementan los riesgos y daños.

Asimismo, no es recomendable soplar o toser sobre la quemadura, ni tocar la piel afectada, no romper las ampollas, no retirar la ropa que se encuentre pegada a la piel, no administrar medicamentos, no mover a la víctima cuando haya sufrido caídas o golpes severos y no colocar almohadas debajo de la cabeza (debido al riesgo de que haya quemaduras internas que dificulten la respiración).

Con relación a las quemaduras solares, las medidas siguientes pueden ser efectivas: Remoje la superficie con agua fría, como sale de la llave; aplique compresas de agua fría periódicamente; aplique crema humectante, no grasa; de a la víctima abundantes líquidos; evite mayor exposición al sol y recuerde que las quemaduras menores pueden sanar sin tratamiento adicional, pero de persistir molestias hay que acudir al médico.

Para enfrentar quemaduras mayores la Fundación Michou y Mau, la cual elaboró estas guías, recomienda que si alguien se ve envuelta en fuego, lo primero que se debe hacer es detenerla para que se tire al suelo y ruede, con la intención de apagar las llamas, a lo cual puede contribuir si otro individuo le pone una manta gruesa encima.

Llame a los servicios locales de emergencias, mientras procura mantener a la víctima calmada y despierta.
Si en el accidente ocurrieron golpes, caídas o pérdida del conocimiento, deje que sean los servicios de emergencia los que valoren y realicen los primeros auxilios.

No sumerja nunca una quemadura grave en agua fría, pues puede causar shock, sólo salpíquela o use una gasa húmeda para enfriar la superficie y no friccione.

Retire la ropa quemada, pero no quite las que estén pegadas a la piel o recorte a su alrededor.

Retire con cuidado anillos, collares, pulseras, reloj, prendas apretadas y cinturones que queden sobre el área afectada, antes de que se empiece a inflamar.

Cubra la quemadura con un vendaje estéril o manta limpia y envuelva a la víctima con una cobija.

Si los dedos de las manos o de los pies sufrieron quemaduras, sepárelos con gasas estériles o vendas no adhesivas.