Presagian huracanes migración
La llegada poco después de Iota, que azotó con más fuerza, confirmó sus temores
Honduras.
La llegada poco después de Iota, que azotó con más fuerza, confirmó sus temores.
“En Honduras es muy difícil volver a rehacer lo que a mí, cuando menos, me costó 10 años”, aseguró Lilian Gabriela Santos, instalada en uno de los refugios de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, donde se acumulan decenas de miles de personas que, como ella, lo han perdido todo. “Si hay una caravana me voy”, dijo. El destino: Estados Unidos.
Según la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés), más de 4,3 millones de centroamericanos -3 millones de ellos hondureños- fueron afectados por Eta. Con el impacto de Iota en la misma zona dos semanas después, la cifra se multiplicó.
La destrucción comenzó cuando Eta tocó tierra en Nicaragua el 3 de noviembre. Ese mismo día, en medio de la pandemia del nuevo coronavirus, Estados Unidos elegía a su próximo presidente, el demócrata Joe Biden, de quien se espera una política migratoria menos restrictiva.