Pon a salvo tu retina
Padecer miopía, diabetes, inflamación en ojos o sufrir un golpe o herida en éstos predispone al desprendimiento de retina, que de no tratarse oportunamente puede originar pérdida de la visión, advierten expertos.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en el país, el desprendimiento de retina afecta a 1 de cada 10 mil personas por año.
El síntoma principal es la presencia continua y repetitiva de luces, de puntos negros, de manchas, de una cortina, de un telón que baja y oculta alguno de los campos visuales, indica José Luis Rodríguez Loaiza, jefe de enseñanza del Instituto de Oftalmología, Fundación de Asistencia Privada Conde de Valencia.
También puede presentarse disminución de la visión, asegura Guillermo Salcedo Villanueva, oftalmólogo del servicio de retina y vítreo de la Asociación para Evitar la Ceguera en México, Hospital Dr. Luis Sánchez Bulnes.
Ante la presencia de estos síntomas, las personas deben de acudir de inmediato a una revisión oftalmológica, indican los especialistas.
Para las personas con miopía o diabetes, la recomendación es acudir con el oftalmólogo cada seis meses para que revise el estado de su retina y descartar lesiones que predispongan al desprendimiento.
Quienes sufren un golpe o una herida deben de acudir de inmediato con el especialista.
Salcedo Villanueva indica que el desprendimiento de retina se puede deber a la presencia de desgarros o agujeros en la retina en pacientes con miopía, especialmente si ésta es elevada.
"En estos pacientes ocurren cambios anatómicos en el ojo. El ojo es más grande de lo normal y la periferia de la retina puede sufrir degeneraciones que predisponen a la disposición de desgarros y agujeros, y que, a su vez, generan el desprendimiento de retina", explica.
Indica que los golpes o heridas directas en el ojo también pueden originar estos desgarros o agujeros.
"También hay enfermedades sistémicas que generan una mayor predisposición a presentar desgarros o agujeros en la retina. Hay un grupo de enfermedades que se llaman vítreo retinopatías hereditarias, como el síndrome de Stickler", precisa.
De acuerdo con el experto, los problemas inflamatorios en el ojo también pueden originar el desprendimiento de retina pero, en estos casos, lo que sucede es que se produce una acumulación de líquido ceroso por abajo de la retina y ese acumulo de líquido origina el desprendimiento.
"Puede ser generado por enfermedades inflamatorias en el ojo, como diferentes tipos de uveitis posteriores que generen inflamación de la retina", puntualiza.
Los expertos mencionan que otra causa del desprendimiento es la tracción, es decir, la retina está siendo jalada.
"Lo más frecuente son personas diabéticas con retinopatía diabética en fases avanzadas. Les empiezan a crecer vasos sanguíneos anormales, son neovasos que empiezan a crecer sobre la retina y la traccionan y hacen que se desprendan", explica Salcedo Villanueva.
De acuerdo con los expertos, de no tratarse oportunamente esta afección puede producirse ceguera.
Salcedo Villanueva indica que si no recibe tratamiento la visión va disminuyendo de manera paulatina.
"Si la retina está completamente desprendida, la visión puede acabarse totalmente", alerta.
Rodríguez Loaiza indica que si el desprendimiento tiene poco tiempo se puede tener un pronóstico bastante bueno.
"Si apenas se está desarrollando el desgarro o ya se desarrolló y aún no hay prácticamente nada de desprendimiento de retina se puede fotocoagular la lesión.
"Alrededor se ponen disparos de láser para que se cree una barrera. Simplemente es una barrera. El desgarro no se cierra, continua ahí, lo único que se hace es con el láser crear una adherencia para que ya no se siga desprendiendo y eso es alrededor del desgarre", explica Rodríguez Loaiza.
En tanto que cuando ya hay desprendimiento de retina el procedimiento es quirúrgico, y, de acuerdo con los expertos, existen diferentes técnicas para volver a pegar la retina.
Salcedo Villanueva indica que cuando la inflamación del ojo es lo que está originando el desprendimiento, se ofrece tratamiento farmacológico antidesinflamatorio.
"Puede ser pastillas o inyecciones alrededor del ojo. Si la retina estaba desprendida por inflamación y la desinflamamos, pues se vuelve a pegar, en algunos casos", comenta.
En el caso de los diabéticos se tiene que hacer un procedimiento quirúrgico para eliminar la tracción que está despegando la retina, precisan.
(Agencia Reforma)
Intervenciones
Desgarre
• La cirugía láser o crioterapia (congelación) crean una cicatriz que ayuda a fijar la retina en la parte posterior del ojo.
• Evita el paso de fluidos a través del desgarramiento e impiden que la retina se desprenda.
Desprendimiento
• Se realiza un reposicionamiento de la retina. El método depende de las características del desprendimiento.
Fuente: Academia Americana de Oftalmología
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Tejido clave
Tener una retina saludable es fundamental para tener una visión clara.
• La retina es el tejido sensible a la luz que recubre la parte posterior del ojo.
• Los rayos de luz se enfocan en la retina a través de la córnea, la pupila y el cristalino.
• La retina convierte los rayos de luz en impulsos eléctricos que viajan a través del nervio óptico hacia el cerebro, donde se interpretan como las imágenes que las personas observan.
Desprendimiento
• Ocurre cuando la retina se separa de la parte posterior de ojo.
• Si hay desgarre, el humor vítreo (material transparente que llena el globo ocular) puede filtrarse, eleva la pared posterior del ojo y hace que la retina se desprenda.
• Una inflamación o una miopía pueden hacer que el vítreo se separe.
Los síntomas
Un desgarramiento de la retina y un desprendimiento de la retina pueden originar:
• Aumento repentino en el tamaño
y el número de manchas flotantes.
• Aparición repentina de centelleos.
• Una sombra en la periferia
del campo de visión
• Una cortina gris en movimiento
en medio del campo de visión.
• Una disminución repentina
de la visión.
¿Quienes tienen más riesgo?
Las siguientes condiciones hacen más susceptibles a una persona de tener un desprendimiento de la retina:
• Miopía.
• Lesiones severas en los ojos.
• Diabetes.
• Inflamación de los ojos.
• Desprendimiento previo de la retina
en el otro ojo.
• Antecedentes familiares de
desprendimiento de la retina.