Piden a CIDH supervisar mañaneras

Durante una audiencia pública, los integrantes de la sociedad civil exhibieron a diferentes Mandatarios, como el propio López Obrador, pero también Miguel Barbosa, Jaime Rodríguez, Jaime Bonilla y Enrique Alfaro, e incluso al subsecretario Hugo López Gatell, por sus discursos y trato hacia la prensa.

 Aunque el reclamo fue generalizado, la respuesta del Estado la acaparó el vocero del Presidente, Jesús Ramírez Cuevas, quien afirmó que en las conferencias matutinas se estigmatiza la mentira.

 En voz de Graciela Rodríguez, directora de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH), las organizaciones pidieron a la CIDH que exhorte al Ejecutivo federal a reconocer públicamente la importancia de la labor periodística y de la sociedad civil.

 "Solicitamos la creación de una mesa de supervisión de la Comisión Interamericana para generar una comunicación no estigmatizante", añadió.

 Durante la audiencia, las organizaciones acusaron que mientras se estigmatiza a la prensa al menos 20 periodistas han sido asesinados y otros 4 desaparecidos en el actual sexenio.

 Mientras que en seis meses de 2021, ya han sido asesinados 13 defensores del medio ambiente, cuando el año más violento para esos activistas fue 2020 con 18 víctimas mortales.

 En un hecho poco común, el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, presentó los argumentos del Estado, empezando por reivindicar el triunfo electoral de 2018.

 Ramírez Cuevas también presumió que se redujo el gasto en publicidad oficial, aunque Leopoldo Maldonado, de Artículo 19, acusó que aún continúa la concentración del gasto en pocos medios.

 El vocero presumió las 652 conferencias matutinas del Presidente López Obrador, y reconoció que son el centro de la comunicación gubernamental.

 En su participación de más de 12 minutos, acusó que quienes critican las conferencias matutinas son los grandes consorcios de la comunicación.

 "La censura y el control de los noticieros y los medios fue una constante en el régimen del pasado, hoy no hay más censura, no hay persecución por las ideas ni por la información, existe la libre circulación de las ideas", dijo.

 "En último caso, el Gobierno se reserva su derecho de réplica, a discutir y refutar ciertas opiniones o informaciones que no se apeguen estrictamente a la realidad, no se trata de establecer una verdad única".

 El vocero aseguró que los juicios del Presidente sobre periodistas, medios de comunicación e intelectuales no han incurrido en la censura y ataques a libertad de expresión.

 "Lo que sí se estigmatiza es la mentira o la calumnia, la desinformación, pero nunca a periodistas ni a medios de comunicación, se señala cuando alguno incurre en prácticas que no son éticas, pero eso no significa que se le criminalice ni se le estigmatice", añadió.

 Al respecto, Pedro Vaca, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, pidió diferenciar entre cómo el Estado define las conferencias matutinas, como un propósito noble, del impacto real que puede tener.

 "Particularmente creo que el espacio del quién es quién debe reconsiderarse en la medida en la que puede estar afectando las garantías para un debate libre", indicó.

 Al Estado le preguntó si para ese ejercicio estaba siguiendo los estándares internacionales de verificación de hechos establecidos por el Instituto Poynter y qué tenía previsto en caso de equivocación al exhibir a un medio o periodista.

 Sus preguntas no fueron respondidas.