Pese a la pandemia, los holandeses quieren patinar en hielo

DOORN, Holanda.

La gente cayó presa de una especie de fiebre del hielo y desempolvó los patines que no se usaban hace mucho tiempo. Las empresas especializadas en afilar patines informaron un repunte de trabajo.

El patinaje sobre hielo es una pasión invernal nacional en Holanda. Los atletas de élite del país, vestidos con prendas de spandex, han dominado las carreras de patinaje de velocidad en los juegos olímpicos de invierno en los últimos años.

Tradicionalmente, los aficionados de todas las edades esperan ansiosos el clima ártico que les permita recorrer con sus pies la vasta red de canales y vías fluviales del país, pero con Holanda bajo un confinamiento estricto por el coronavirus. Las autoridades apenas relajaron las medidas para que los estudiantes de primaria regresen a las aulas esta semana.

Los medios holandeses informaron que algunas personas se arriesgaron a patinar sobre hielo delgado en algunas partes, pero por el momento, las pistas de hielo temporales eran el lugar más seguro para atarse los patines. Se espera que los canales estén lo suficientemente congelados más adelante en la semana para que la gente patine ahí. Las autoridades de Ámsterdam han cerrado las esclusas y prohibido el tránsito de barcos en algunos canales de la ciudad, declarados Patrimonio de la Humanidad, para darles más probabilidades de patinar.

Sin embargo, el municipio también advirtió a los patinadores que se apeguen al distanciamiento social y otras restricciones para evitar más casos de coronavirus. “Las reglas del coronavirus para lugares públicos también se aplican sobre el hielo”, dijo el Ayuntamiento.