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Paradisiaca tentación

Bahamas, un excelente lugar para vacaciones que además es refugio de celebridades

Nueva Providencia, Bahamas

Paradisiaca tentación

Resulta complicado elegir el sitio ideal para pasar el verano en un archipiélago conformado por 700 islas y más de 2 mil cayos. Sin embargo, hasta este rincón ubicado en la isla de Nueva Providencia, llegan quienes se han dejado convencer por dos seductoras promesa: hallar un oasis sensorial y saber que éste es el sitio donde hoy por hoy, hay que estar dentro del gran paraíso terrenal que son las Bahamas.

Apenas poner un pie en el flamante complejo turístico de Baha Mar, el visitante detecta que tiene que saquear la mayor cantidad de experiencias.

CÁLIDA BIENVENIDA

Tras corresponder a la cálida bienvenida de los lugareños, algunos curiosos conocen algunas de las cifras que sostienen a este colosal proyecto: 18 mil metros cuadrados de un centro de convenciones satisfacen las necesidades del creciente turismo de congresos y negocios, un casino de 9 mil 500 metros cuadrados, con mil máquinas tragamonedas y 126 mesas de juego -ya es el más grande de la región-; 2 mil 300 habitaciones emplazadas en tres hoteles de lujo y más de 40 sitios (entre restaurantes y bares) lo convierten en un paraíso para los foodies.  

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PRESUME CAMPO DE GOLF

Los números dicen mucho, pero también algunos nombres famosos. El resort presume un campo de golf de 18 hoyos con el sello de Jack Nicklaus, así como un exclusivo club nocturno y lounge llamado Bond, diseñado por el rockero Lenny Kravitz, una de las celebridades enamorada de las Bahamas.

Las actividades acuáticas no faltan. Basta darse una vuelta por el muelle para ver a quienes practican kayak o paddle boarding en las antojables aguas de Cable Beach. Aunque también están los que prefieren nadar en alguna de las albercas del resort o buscar el rincón perfecto para tomarse la foto que presumirán en sus redes sociales.

Aquí, todo el mundo tiene cabida. Por ello se ven familias disfrutando de largas caminatas, grupos de chicas festejando despedidas de solteras o jovenes viendo pasar la vida con un daiquirí en mano.

¿Qué más haría falta en Baha Mar? La respuesta es una: disfrutar.  




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