Papa decide agilizar procesos de nulidad de matrimonios católicos
Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco decidió emitir dos decretos con los cuales modificará y agilizará los procesos de nulidad de los matrimonios católicos, que actualmente son engorrosos y pueden llevar años.
Según informó el Vaticano, los “motu propio” (decretos papales) llevan por título “Mitis Iudex Dominus Iesus” y “Mitis et misericors Iesus”. La reforma alcanzará a la Iglesia católica latina y a las Iglesias orientales, que tienen su ley particular.
La presentación del contenido de estos textos tendrá lugar la mañana de este martes 8 de septiembre en la sala de prensa de la Santa Sede por parte de seis eclesiásticos de primer nivel.
Los documentos fueron redactados gracias al trabajo de una comisión especial creada poco más de un año atrás, en agosto de 2014, justamente para estudiar cómo simplificar los procesos administrativos y minimizar la burocracia en torno a las nulidades matrimoniales.
Si bien la Iglesia católica no acepta el divorcio en ningún caso, sí contempla juicios de nulidad por los cuales los tribunales eclesiásticos pueden llegar a constatar que el sacramento del matrimonio no fue válido al origen.
Existen diversos supuestos en los cuales se puede constatar la nulidad y si la sentencia es positiva, entonces los contrayentes quedan libres y pueden contraer matrimonio católico.
En noviembre de 2014 el Papa Francisco ya había manifestado sus principales preocupaciones en cuanto a estos procesos durante un discurso a los asistentes a un curso de la Rota Romana, máximo tribunal vaticano en la materia.
“Justicia, cuánta gente espera por años una sentencia. Y por eso he constituido una comisión que ayude a preparar diversas posibilidades en esta línea: una línea de justicia, y también de caridad, porque hay tanta gente que necesita una palabra de la Iglesia sobre su situación matrimonial, para el sí o para el no, pero que sea justa”, dijo entonces.
Refirió que algunos procedimientos son largos y pesados, “no favorecen y la gente se va”. Entonces recordó que al Tribunal Interdiocesano de Buenos Aires (Argentina), al cual llegaban personas luego de haber recorrido hasta 240 kilómetros.
“No se puede, es imposible imaginarse que personas simples, comunes, vayan al Tribunal, tengan que hacer un viaje, tienen que perder días de trabajo. Estas personas dicen: Dios me comprende y sigo adelante así, con este peso en el alma”, señaló.
“Y la Madre Iglesia debe hacer justicia y decir: Sí, es cierto, tu matrimonio es nulo; no, tu matrimonio es válido. Pero es la justicia la que lo tiene que decir. Así ellos podrán ir adelante sin esta duda, sin esta oscuridad en el alma”, abundó.
Además de la lentitud burocrática, el líder católico también se mostró preocupado porque los procesos de nulidad “no entren en el marco de los negocios” y se terminen con “escándalos públicos”.
Aseguró que una vez debió despedir del tribunal (en Argentina) a una persona que decía: “10 mil dólares y te hago los dos procesos: el civil y el eclesiástico”. Y clamó: “¡Por favor, esto no!”.
“Cuando los intereses espirituales están atados a lo económico, ¡esto no es de Dios! La madre Iglesia tiene tanta generosidad para poder hacer justicia gratuitamente, como gratuitamente hemos sido justificados por Jesucristo. Este punto es importante: separen las dos cosas”, estableció.