Venezuela y el mundo

La pequeña Venecia o Venezuela, tierra de hombres que fuesen conquistados, como en México por la España imperial. Sometidos vivieron sus pueblos la misma historia nuestra.

También como México obtuvo su independencia en el siglo XIX bajo el liderazgo de Simón Bolívar, quien soñaba con una América unida bajo una misma bandera y constitución. Venezuela es un pueblo alegre, le cantan a la vida, la paz y a la naturaleza. Gente de trabajo duro y con sueños de progreso, nada diferente a México, Colombia, Bolivia o Guatemala. Es un pueblo latinoamericano con una riqueza mineral y cultural inmensa. 

Sin embargo hoy Venezuela encabeza por mucho la mayoría de los noticieros, no sólo de México, sino de España, Centro y Sudamérica. Las imágenes de violencia dicen mucho en apariencia, pero de fondo está la malévola mano de quienes siguen interesados que el sistema económico mundial que hoy tiene hundido en la pobreza a millones de personas alrededor del mundo siga por el mismo camino para favorecer a unos cuantos.

En cada país se ha formado una especie de comité empresarial que tiene sometidos a los gobiernos federales y locales. A base de dinero corrompen, manipulan o hasta se apropian de los medios de comunicación masivos para incentivar a los ciudadanos a seguir por el camino del neoliberalismo. Y es aquí dónde Venezuela juega un papel preponderante.

 Venezuela sufrió fuertes crisis económicas debido a este cacicazgo empresarial, al grado de controlar a los dos principales partidos del país. No importaba que partido ganara, en ambos estaban políticos a su servicio. Algo totalmente acorde a lo que pasa en México con el PRI, PAN y ahora se suma el PRD. Debido a la crisis provocada por la corrupción y explotación excesiva de los recursos naturales y laborales, el pueblo se volcó sobre un líder militar revolucionario antihegemónico: Hugo Chávez. Éste enfrentó fuertemente a esa mafia que controló Venezuela por cinco décadas y generó con ello un crecimiento económico basado en un gobierno más eficiente y menos corrupto. El pueblo se lo agradeció en las urnas. Sin embargo Hugo Chávez cometió un grave error; perpetuarse en el poder hasta que la enfermedad y la muerte lo alcanzaron. A Nicolás Maduro, su sucesor, un cercano colaborador pero alejado en carisma y capacidad de liderazgo le tocaron las vacas flacas de los bajos precios del petróleo. Por lo que al enfrentar a esas mafias económicas nacionales y extranjeras  está en desventaja. 

Hoy en día aquella bella nación enfrenta una crisis económica, política y social. La presión ejercida por los poderosos capitales es demasiada para un hombre que no tiene el talento de su antecesor. Pero además hacer que Venezuela reviente y se enfrasque en una violenta movilización de la masas está dando armas propagandísticas a todo el mundo para propagar el miedo a los ciudadanos y rechacen los liderazgos antihegemónicos.

En España, Pablo Iglesias líder de Podemos, partido nacido de la inconformidad de la clase media, ha sido el blanco de ataques de esas mafias empresariales. Llegando a proclamar ante los cámara de representantes: “Entre más corrupción se destapa en España, más hablan los noticieros de Venezuela”. Lo mismo ocurre en Argentina, Brasil y México. Los noticieros nos narran de la terrible tragedia de 35 muertos opositares durante un año de protestas, pero callan que van más de 80 muertos en tres meses solo en Reynosa. Nos hablan del desabasto de comida en Venezuela, pero callan el desabasto de medicinas en México.

Entender lo que pasa en Venezuela es bastante complicado, pero explicar la importancia que ocupa para los medios de comunicación es muy sencillo: es mera propaganda neoliberal.

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