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Una película vieja

Que muchos medios comprometidos, sectores afectados e intelectuales orgánicos clamen a gritos por la intervención del gobierno de los Estados Unidos para frenar la recuperación del estado de derecho en México y la rectoría del Estado en renglones estratégicos para el desarrollo nacional, no es nada nuevo, es una película vista muchas veces a lo largo de la azarosa historia del país por mantener su esencia de nación independiente, libre y soberana. Para no errarle, se citarán textos impresos en letras de molde.

Cuando don Venustiano Carranza, un político muy colmilludo, inició la aplicación de los postulados de la Constitución del 17, la prensa y los poderes fácticos de los Estados Unidos publicaron una serie de ataques y calumnias que, por fortuna, ante la sólida resistencia de los mexicanos y el enorme valor de Carranza, cayeron por su propio peso. De mucha relevancia fue The Mexican Herald, de Paul Hudson, un periodista norteamericano que hizo carrera en México; pero que, por azares del destino cayó en las garras de los agentes de Henry Lane Wilson, quien lo convirtió en poderoso enemigo de la Revolución.

Una película vieja

Por ejemplo: "Mayo-7-1914. Nunca hemos intentado excusar la forma en que Huerta llegó al Poder Ejecutivo (lo cual era totalmente falso: Hudson recibió de Huerta 15000 pesos en oro para hacer, en los Estados Unidos, propaganda a favor suyo), su carácter y sus métodos con otro fin que no sea el de recordar a quienes lo critican que prácticamente cada gobierno de México ha sido el resultado del derramamiento de sangre y de la revolución, y que quienes crean que México puede ser gobernado por una mano suave y con ideales democráticos, tienen mucho que aprender sobre este país y su abrumadora masa popular, cuya ignorancia primitiva es tal que no tenemos ninguna clase en los Estados Unidos con la cual compararla.

Ningún mexicano o grupo de mexicanos es capaz de volver al país al orden. Estamos absolutamente convencidos de que la gran mayoría de los mexicanos inteligentes y las clases propietarias de México, preferirían a ojos cerrados ver la intervención americana y no que su país caiga en manos de las devastadoras huestes revolucionarias".

A la siguiente semana, el día 14, publicó: "El pueblo mexicano nunca ha demostrado capacidad para gobernarse a sí mismo; nunca hubo paz en este país excepto cuando estaba dominado por la mano y la voluntad de hierro de un hombre: Porfirio Díaz. Ante una intervención extranjera los mexicanos han sido impotentes para presentar un frente unido al enemigo, ni siquiera salvar la autoridad de su nación. Las ventajas de la lucha personal, el resultado de los feudos personales son ahora, como siempre, más importantes para muchos jefes mexicanos que la integridad del país.

El mundo echa sobre los Estados Unidos la responsabilidad del arreglo de las dificultades de esta nación. Es una labor que debe hacerse, y mientras más tiempo se posponga más difícil será realizarla, más completa será la ruina, más grandes los sufrimientos, más difícil la obra de reconstrucción". Pos´no; triunfó la Revolución y se aplicó la Constitución.

Quizá el texto más absurdo y cómico que publicó el Mexican Herald, fue el de Wallace Thompson: "La Revolución de 1910 fue el levantamiento de los intelectuales mestizos, quienes habían despertado y endurecido al indio, siempre mendicante, para que destruyera la civilización blanca. De la larga lista de experimentos de gobiernos que constituye la historia de México, el hecho predominante en todos es el saqueo sistemático... 

Los ideales del blanco sobre un pueblo racialmente inferior, son los de lograr adaptar sus principios a la tipificación o educación de las masas...un pueblo que no es pueblo; una raza que no es raza, una cultura que no es cultura; lo que nos lleva, por ende, a presenciar una de las más grandes paradojas de la Humanidad. El petróleo ha sido la inspiración de la política de nacionalización que, fomentada por extranjeros radicales y apoyada por la codicia mexicana, permitió a los carrancistas escribir su constitución de 1917". Palabras de risa loca que pudieron ser trágicas sin la enjundia del pueblo mexicano.

Ahora, cuando se celebra el aniversario de la expropiación petrolera, acto revolucionario y patriótico, sale a escena el intelectual cómico Enrique Krauze para apelar a la intervención de Estados Unidos en el país, para: "Contener el declive democrático de México". En el texto publicado el 15 de marzo en el periódico The New York Times, Krauze dijo que EU había permanecido durante el siglo XX indiferente al sistema autoritario de México, por lo que, a su juicio, Biden debe repensar esa vieja actitud.

Antes, cuando menos, eran los extranjeros los que defendían sus intereses afectados por la justicia social; ahora, son los judas modernos que no se resignan a ver perdidos sus privilegios mal habidos.