Editoriales > TRIBUNA ( JESÚS REYES HEROLES)

Popularidad un año después

Es inevitable que todo esto se haya reflejado en una erosión de la aprobación de la gestión de AMLO y su gobierno

La labor realizada por el presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene altas tasas de aprobación. En la última encuesta GEA-ISA de esta semana, 59% aprueba su labor, lo que sigue representando un respaldo firme de un segmento sustantivo de la población.

Sin embargo, es esencial señalar que dichos niveles de aprobación tienen precedente. En el cuarto trimestre de sus gobiernos, Fox tuvo 57%; Calderón, 60%, mientras que AMLO tuvo 61%. Esta resulta del bono democrático que los presidentes reciben de la opinión pública al inicio de su gobierno, como resultado de la esperanza y expectativas que todo arranque trae.

Popularidad un año después

Sin embargo, el cuarto trimestre de este año estuvo lleno de sucesos difíciles para el gobierno. Los principales fueron: Culiacán, el asesinato de la familia LeBarón, la llegada de Evo Morales, el relevo en la CNDH, el nombramiento de una vacante en la SCJN, la continua posposición de la firma del T-MEC, las manifestaciones por la violencia contra las mujeres, la reafirmación de la desaceleración económica, y la falta de crecimiento.

Es inevitable que todo esto se haya reflejado en una erosión de la aprobación de la gestión de AMLO y su gobierno. En lo general, los resultados de la citada encuesta no dejan duda al respecto, pues de los más de 100 reactivos (preguntas) que incluye, todos resultan desfavorables a AMLO y su gobierno. La duda es si se trata de un hecho coyuntural, o si marca una tendencia hacia el desencanto. Por tanto, las reflexiones que siguen se concentran sólo en los resultados de variables que han mostrado, cuando menos, tres trimestres consecutivos de deterioro.

La ciudadanía que desaprueba la labor realizada por AMLO viene en aumento, de 25% del total en marzo aumentó a 38% en noviembre pasado, tres trimestres de deterioro. Este se reafirma con otras variables, por ejemplo, el sentimiento que provoca que AMLO sea presidente: miedo 20% (junio), 24% (septiembre), 31% (noviembre); confianza 54% (junio), 43% (septiembre), 42% (noviembre).

Además de la confluencia de los hechos difíciles para el gobierno señalados al principio, se observan otros cambios que se vinculan directamente con la actuación del propio Presidente o su gobierno. El más relevante es el de la seguridad. En marzo, 65% de la población aprobaba las acciones realizadas para combatir el crimen organizado, porcentaje que cayó a 53% en noviembre.

En lo económico, la decepción se precipitó en noviembre, pues la percepción de éxito en materia de impulso al crecimiento fue 16%, y de 20% en combate a la pobreza.

También en otras dimensiones de la gestión política, la aprobación disminuye. Por ejemplo, en junio pasado, 20% afirmó que el gobierno tenía éxito en la defensa del país ante el exterior, porcentaje que cayó a 18% en septiembre y 15% en noviembre, vinculado con el manejo del asunto de los migrantes centroamericanos y, quizá, con las acciones y amenazas de EU y su presidente derivadas de la tragedia de la familia LeBarón. Morena no es inmune a estas tendencias, pues la opinión positiva sobre ese movimiento cayó de 37% a 15%.

Incluso la aprobación de iniciativas heráldicas ha perdido respaldo durante el año. Por ejemplo, en marzo 29% desaprobaba la cancelación del NAIM; para noviembre, el porcentaje aumentó a 40%. Un caso similar y de notar es la construcción del "tren maya", desaprobado por 20% en marzo, 34% en junio, y 37% en noviembre. 

Ciertas acciones del gobierno han suscitado un claro rechazo; los más relevantes son: cancelar el seguro popular (84% en noviembre), suspender el programa Prospera (77%), y eliminar las estancias infantiles (76%).  

Toda esta numeralia coincide en señalar que, al igual que otros gobiernos, el de López Obrador es vulnerable al transcurso del tiempo, sobre todo durante el primer y segundo años. Esta experiencia reiterada de la ciudadanía contribuye a una creciente insatisfacción con la democracia, que aumentó de 36% en junio a 53% en noviembre y a que ahora sólo 24% piense en reelegir a AMLO, en vez de 43% en junio.