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Junio 6: Viento Fresco o avasallamiento total

Definir un modelo de estado y de gobierno con contrapesos democráticos que obligue a la 4T a debatir, discutir, analizar y aprobar en el Congreso las iniciativas presidenciales, es parte del viento fresco que necesita un país dispuesto a seguir —aún con tropiezos— el largo y difícil camino de una democracia. Es eso, o entregarse al avasallamiento de las decisiones equivocadas de un solo hombre con poderes hiperconcentrados.

El elector tendrá que decidir si entrega todo el control a los diputados aplaudidores del partido oficial para el resto del sexenio, o pluraliza la toma de decisiones y, de paso ayuda a la oposición a salir del rincón de las culpas y a demostrar imaginación política y propuestas hasta ahora ausentes.

Junio 6: Viento Fresco o avasallamiento total

Tres años de demasiadas decisiones fallidas revelan a la 4T como empecinada fuerza destructora de valor en casi todo lo que emprende (sin entender que crear riqueza es indispensable para distribuirla mejor). Esa simple verdad debería mover a la mayoría de los electores del próximo 6 de junio a retirar el cheque en blanco del que disfruta Morena en la cámara de diputados, para construir el de la pluralidad política.  

No hay recetas fáciles para problemas difíciles, pero salir de la ruta del deterioro significa lograr renovada capacidad legislativa para tener políticas públicas que reactiven las inversiones, el crecimiento y el desarrollo económico, la creación de empleos, la real mejoría de la educación, de los servicios de salud., asimismo, para la contención de la violencia criminal y del proceso de captura del Estado por parte de los cárteles criminales. El 6 de junio parece ser la última llamada al alcance de los electores para recuperar la posibilidad de mejorar a las instituciones.

De la cancelación de un aeropuerto que no le costaba al gobierno y que, garantizaba la posición internacional de México en materia de turismo, hasta la anulación de organismos autónomos y fideicomisos públicos, la cancelación del seguro popular, la ausencia de apoyos a empresas para paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia, se ha hecho evidente la urgencia de un congreso plural y respetuoso de la función constitucional, ya no como fuerza complaciente, lambiscona y plegada al Ejecutivo.

No se trata de quitar a quien la población eligió, sino de encontrar e instrumentar las decisiones más acertadas para un país que todos necesitamos viable, con economía en crecimiento y más posibilidades de ser justo y equitativo. Varios amigos ingleses que vivieron la compleja decisión electoral del Brexit lamentan no haber advertido a tiempo el rumbo que tomaría su país y las consecuencias negativas que trajo la decisión de separarse de los acuerdos intereuropeos. La indiferencia de jóvenes ingleses que no participaron en la votación determinó un resultado totalmente contrario al deseo de un  país abierto.  

Uno de los grupos de la población mexicana que menos vota en México es el de los jóvenes. Apenas la mitad asiste a las urnas. La inmensa mayoría manifiesta descontento por el mundo que les heredamos los adultos. Es hora de que los jóvenes asuman también su responsabilidad y tomen la parte que les toca en la construcción o destrucción del México real.

El punto es que Morena no obtenga la mayoría calificada y que los nuevos contrapesos la hagan pensar y reflexionar en el alcance y riesgos de sus propuestas. 

Hay que votar y cruzar la boleta con la opción adecuada, la que surge de entender que un país con el estado en quiebra, endeudado hasta la médula, hundido en la desconfianza de los inversionistas nacionales e internacionales, con desempleo y pobreza crecientes, con preocupante violencia e impunidad criminal y rumiando rencores viejos y nuevos como ruta hacia el futuro, sólo les servirá a quienes ansían la posibilidad de terminar de hacer pedazos el tejido social.