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30 años tras el capo

El sistema italiano y la Convención de Palermo necesitan evolucionar, aumentar su efectividad contra el nuevo perfil y operatividad de las mafias y sus jefes

Nuestro País se ha inspirado en la lucha italiana contra la mafia; el Juez Giovanni Falcone y el Magistrado Paolo Borsellino, impulsaron la Convención de Palermo e inspiraron nuestra LFCDO. Nuestros grupos criminales han evolucionado en forma diversa a las mafias italianas, las técnicas de investigación empiezan a ser obsoletas, insistimos en combatirlos con la policía y no con investigación e inteligencia criminal.

El sistema italiano y la Convención de Palermo necesitan evolucionar, aumentar su efectividad contra el nuevo perfil y operatividad de las mafias y sus jefes. Hoy los grupos criminales se mueven en altos círculos financieros y se relacionan con organizaciones terroristas internacionales. Los Jueces Falcone y Borsellino, a principios de los noventa, realizaron el Maxiproceso, declarando 329 testigos colaboradores, y condenaron a grandes capos, empresarios, legisladores y altos funcionarios públicos. Aún hay más de 700 encarcelados; esa lucha contra la Mafia ha motivado al mundo entero.

30 años tras el capo

Desde hace más de 28 años algunos mafiosos lograron escapar a la persecución; después de Bernardo Provenzano detenido en 2006, el más importante es Matteo Messina Denaro, quien sigue prófugo y ha construido un imperio financiero y comercial, basado en una red criminal internacional; desde sus inicios se caracterizó por su violencia y crueldad, se le conoció por lo agresivo de su actuar, atentaba contra personas vulnerables como mujeres embarazadas y niños.

Matteo Messina de 58 años, es considerado una de las personas más perseguidas internacionalmente. Fue discípulo de Totto Riina y sucesor de Provenzano, es el último capo di capi y sigue operando. Tiene 28 años distanciado de su familia y una hija que no conoce.

La Europol y la policía italiana tienen elaborado un perfil del criminal en el que destaca su afición por los videojuegos que usaba también para comunicarse, su preferencia por los lujos, inclusive lo que le gusta leer. No tienen fotografías de él, se dice que está operado de la cara, no existe registro de huellas dactilares, ni grabación de su voz. Se le relaciona con muchas personas de poder que pueden o pudieron facilitar su desaparición.

Cimarosa, testigo arrepentido, declaró en su contra en 2013, gracias a ello se logró enjuiciar a varios familiares y prestanombres de Messina y recuperar muchos bienes en favor del Estado. Se procesó a Giuseppe Grigoli, dueño de la mayoría de los supermercados en Sicillia y se le incautaron 700 millones de euros, además de otras 11 empresas. Messina se dedica a la especulación de capitales, la compraventa de inmuebles, la energía eólica y las apuestas online. La familia Messina pasaron a ser los custodios de la familia D’Alì, propietarios de la Banca Sicula, también ostentando cargos políticos en la Forza Italia y en el Ministerio del Interior.

La mafia italiana funciona de manera vertical y por principios religiosos, de honor y de familia, para ellos es más importante conservar sus secretos. No es el poder o el dinero su motivación principal, y se diferencian de los grupos actuales de DO, porque estos funcionan como empresas criminales.

Los cárteles mexicanos no han dejado de ser delincuentes ordinarios, pero ahora con más poder económico y de fuego, que han exacerbado sus niveles de violencia por disputarse entre ellos los espacios que ha cedido el Estado en materia de narcomenudeo.