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Por la pacificación

Vaya embrollo en que se encuentra la titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), Olga Sánchez-Cordero Dávila, luego de confirmar que funcionarios de la dependencia dialogan con grupos de autodefensas que desean deponer las armas en Guerrero, Michoacán y Tamaulipas, cuya revelación genero dudas acerca de que sí estos acercamientos eran el preludio a la amnistía que ofreció a los líderes de los cárteles de la droga con tal de terminar con la violencia y recuperar la paz que demanda la sociedad mexicana.

Como se recordará, López Obrador cuando era dirigente nacional de Morena ofreció que de llegar a la presidencia de la república recurriría a todas las alternativas posibles para recuperar la paz social en el país, incluso no descartó la posibilidad de una amnistía a los líderes de las bandas criminales.

El ofrecimiento lo hizo en diciembre del 2017 durante una gira por el municipio de Quechultenango, Guerrero, bastión del grupo criminal conocido como “Los Ardillos”, luego de que nadie quería ser candidata o candidato de Morena a la alcaldía por temor de ser asesinada o asesinado.

Es por eso, que luego de que Sánchez-Cordero Dávila reveló que el pasado 1° de agosto, el Subsecretario de Gobierno de la Segob, Ricardo Peralta Saucedo, se había reunido con representantes de un grupo de autodefensas en Hidalgo, Tamaulipas, aunque en realidad fue con integrantes del grupo armado conocido como la “Columna Pedro J. Méndez”, se desencadenó el escándalo acerca de que si se ofrecería o no la amnistía a los líderes de los grupos criminales.

El escándalo fue de tal magnitud que López Obrador tuvo que intervenir de inmediato para rechazar que exista un diálogo con grupos criminales durante su acostumbrada conferencia matutina de ayer en Palacio Nacional, además respaldó el trabajo que realizan los funcionarios de la SEGOB por la pacificación del país.

A propósito, el Subsecretario Peralta Saucedo cuando encabezó la reunión con los grupos de autodefensas el pasado 1° de agosto ofreció que se instalaría una maquiladora en Hidalgo, sin embargo ayer se llegó el día y no hay ninguna señal que indique la llegada de una nueva fuente de trabajo.

Incluso, estuvo acompañado por el empresario José Alberto Ochoa Calderón, consejero nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (INDEX) para presentar un plan que contemple la generación de empleos en los municipios de Hidalgo, Mainero, Padilla, Villagrán, San Nicolás, San Carlos y San Fernando.

También estuvo presente el ex-vocero de las autodefensas de Michoacán, José Manuel Mireles Valverde, quien dijo en aquella ocasión que el objetivo es crear entre 5 mil a 20 mil empleos, además de revelar que el próximo 21 de agosto se pondrá la primera piedra de la maquiladora no industrial en Hidalgo.

Se espera que efectivamente se concrete este plan de la SEGOB para lograr la pacificación del país, pero sobre todo rescatar la zona naranjera ubicada en los municipios de Hidalgo, Mainero, Padilla y Villagrán.

Y en verdad se requieren acciones firmes para contener la ola de violencia que se vive en el país, como sucedió el pasado viernes en la Ciudad de México, cuando grupos extremistas se infiltraron en la manifestación que organizaron grupos de feministas a fin de exigir a las autoridades acciones contundentes para frenar las muertes de mujeres.

Desafortunadamente, la protesta se salió de control y un grupo de mujeres jóvenes no sólo destrozaron instalaciones policíacas y pintaron monumentos históricos, sino también agredieron a todos que se encontraban en su camino, sobre todo hombres porque era una manifestación de mujeres.

Era tal la agresividad de estas jóvenes mujeres, que de inmediato en las redes sociales las llamaron como “las femigorilas”, puesto que demandaron acabar con la violencia que sufren con más violencia.

Lógicamente, hay opiniones encontradas acerca de la violenta del pasado viernes en la Ciudad de México, puesto que mientras una gran mayoría condena estos hechos vandálicos, otros la justifican porque supuestamente es la única forma en que las autoridades las toman en cuenta.

Por ejemplo, la diputada federal Olga Sosa Ruiz justificó los hechos vandálicos durante la marcha feminista, luego de señalar que han pasado muchos años de pronunciarse en contra de la violencia que sufren las mujeres en el país y las autoridades no actúan para protegerlas.

La legisladora del Partido Encuentro Social (PES) lamentó que la ciudadanía juzgue a las jóvenes mujeres que protagonizaron los hechos vandálicos, luego de recordar que “ninguna revolución se hizo regalando flores”.

Nada puede justificar la violencia, ni siquiera las muertes de cientos de mujeres en nuestro país, puesto que en lugar de alcanzar la paz social que todos esperamos tener, se genera más odio entre la población.

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