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MATRIMONIO Y ANULACIÓN

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 18 MAYO 2021
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MATRIMONIO Y ANULACIÓN

Para nadie es un secreto que la institución de matrimonio está en crisis. Ante este panorama, la Rota romana, es decir el tribunal que decide la anulación de un matrimonio, urge a sus miembros a procurar una mejor conserjería prematrimonial para todas aquellas parejas que desean casarse por la iglesia.

¿El motivo? Evitar que las parejas después de un corto tiempo de convivencia y al enfrentar las primeras dificultades se desdigan de sus votos matrimoniales, se divorcien y presenten su caso ante el tribunal para anular su matrimonio casi por capricho. Cada año, en nuestro país, aumentan los casos que se presentan para anulación. Por ejemplo, en el 2006 se presentaron tantos casos ante el tribunal que el número era mayor que las suma de todos los casos en los demás países del mundo. 

Lo que preocupa al Vaticano es el exceso de peticiones que se presentan en los Estados Unidos. Por lo tanto, se urge a los sacerdotes a explicar a quienes desean casarse, que aunque nadie puede anticipar los problemas que llevan a solicitar la anulación del vínculo matrimonial, y que el proceso del tribunal existe porque hay situaciones intolerables que impiden que una pareja siga conviviendo y manteniendo el matrimonio, el proceso no debe banalizarse. 

El derecho a casarse por la iglesia exige que la pareja celebre su matrimonio y lo viva con autenticidad y honestidad. En su momento el Papa explicó que nadie puede exigir el tener una ceremonia nupcial solo por que han sido bautizados dentro de la iglesia, la pareja debe estar consciente de la insolubilidad del matrimonio, debe de prepararse para el reto de aceptar un compromiso para toda la vida. Para convivir con alguien hay estar atento a reconocer las señales del amor dañino para combatirlo desde el primer momento, antes de que empiece a dominar nuestras vidas y forme un patrón de comportamiento que nos impida tener relaciones sanas y satisfactorias. Una persona que cree estar lista para afrontar el compromiso matrimonial debe ser que la felicidad no depende de nadie en particular, pero que lo cierto es que el ser humano necesita de afecto, de simpatía, del sentirse aceptado por los demás, en particular por la persona amada. 

Hay que saber detectar cuando en la pareja alguno de los dos, o ambos, son personas posesivas y controladoras que tienen una necesidad de poseer las cosas o las personas, debido principalmente, a su gran inseguridad, pues las personas posesivas sienten que si son dueños de las cosas no las pueden perder, y tratan de poseer a las personas que aman por miedo a perderlas, ya que no se consideran a si mismos como algo digno de ser amado. Todos deberíamos tener muy claro que la persona que verdaderamente nos ama, nos conoce y nos acepta con todas nuestras fallas, con ella no tenemos que tratar de ser lo que no somos para conseguir que nos admire y nos aprecie, la persona que nos ama a veces nos pone muy en claro nuestros errores, pero no por eso deja de querernos, y siempre esta ahí, a nuestro lado cuando mas necesitamos, en las buenas y en las malas podemos contar con ella. 

Mientras aprendemos a distinguir entre el verdadero amor, aquel que puede sustentar una relación duradera, y el enamoramiento desenfrenado, ese que nos hace sentir mariposas en el estomago y cometer locuras, pero que obedece mas la inflamación de nuestro ego y la vanidad, hay algo de lo que podemos estar seguros: Todos y cada uno de nuestros somos amados por Dios. Aun cuando seamos imperfectos y hallamos cometido errores terribles, Dios tiene el don de redimirnos a través del amor. 

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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