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La otra dimensión del alcoholismo II

La enfermedad de los mediocres.

Un drogadicto como yo,  es mediocre,  la mediocridad se mide de diversas maneras,  como la autodestrucción,  es decir,  hacerse daño por su irresponsable manera de beber o por su compulsión inevitable por fumar marihuana,  inyectarse o empestillarse,  se es mediocre,  porque se pierde la responsabilidad en todos los sentidos, el marihuano,  el drogadicto, cocainómano, heroinómano,  es un tipo irresponsable,  es un  ser,  endeble que no tiene el carácter para decirle no a las sustancias,  lesiona su economía,  gastando el dinero que no tiene,  lesiona también su trabajo,  el tiempo se vapora. Pierde también su sano juicio,  porque cambia su manera de pensar y la  manera de ser,  un drogadicto truena como espárragos con su relación de pareja,  se torna un tipo neurótico,  iracundo, explosivo,  egocéntrico,  irritable e Intocable,  la droga destruye el sano juicio,  hay quienes son víctimas de los delirios de persecución,  víctimas también de pensamientos psicóticos,  patológicos que orillan a la depresión o a la agresividad,  sin duda alguna, yo lo  tuve que vivir para comprender que con esta enfermedad no se juega,  tuve que sufrir mis propias consecuencias,  como el volverme loco,  como el perder mi trabajo,  el perder a mi familia,  perderme imagen,  llegué a pesar menos de 50 kilos,  yo vivía para drogarme y me drogaba para vivir,  no me queda la menor duda,  de que soy un enfermo emocional, un verdadero mediocre  y que soy un adicto  empedernido,  porque no me quiero,  porque no quiero a nadie de las personas que me rodean,  doy un pésimo ejemplo a mis hijos,  no soy digno de mí mismo simplemente porque no puedo evitar el drogarme,  no tengo la fortaleza para salir de este maldito infierno,  no tengo la voluntad de cambios, ni la humildad para aceptar ayuda,  soy tan soberbio que los fondos que tocó y eh tocado no son suficientes,  porque esta enfermedad de la drogadicción me tiene  muerto en vida, atrapado en un callejón sin salida.- ¿ Por qué no podía dejar de drogarme y hacerme daño en todos los sentidos?

La otra dimensión  del alcoholismo   II

                                                                                                                           

La genética, un origen.

La complicidad de esta enfermedad físico,  emocional , mental y espiritual, tiene que ver con mi personalidad,  ha causado muchas pérdidas humanas,  tiene a infinidad de  víctimas que perdieron el sano juicio,  las consecuencias son amargas,  quedando de manifiesto que a pesar de esta cruda realidad,  no estamos preparados para una rehabilitación exitosa,  el adicto no es honesto deja una sustancia pero adquiere otra,  muchos, viven en borrachera seca, se la viven intentándolo en  los centros de rehabilitación,  han fracasado porque queda muy muy en claro que de cada 10 internos 9 recaen,  afirmo,  que este esquema del encierro de 3 meses o más no ha generado los frutos que se desean,  hay centros de rehabilitación exitosos,  pero con muy contados,  los adictos que logran vencer la batalla muchos viven en borrachera seca, los engañifas.  Mientras tanto el Consejo Nacional de Contra  las Adicciones  CONADIC,  no es más que un aparato burocrático,  como lo son  también las estructuras estatales que no tienen la más mínima noción de la complejidad de esta enfermedad, en México,  no hay como en otros países,  una estrategia nacional,  para la prevención y sobre todo la rehabilitación de una drogadicción,  como en todo,  improvisamos esperando que ahora la mano del Presidente de la República otorgue cheques a los drogadictos por $20000 para que no se droguen, que los senadores legalicen el consumo, producción, comercialización y posesión del cristal y sin duda habrá de pensar que de esa manera se va a resolver este problema de salud pública, mental y social, ,solo falta una consulta nacional, con ese espíritu torpe e inepto,  para ver si el pueblo vota, sí o no por la legalización de  las drogas,   que causan muertes y muchos daños en la vida de los mexicanos. Vaya pues, el Senado empino a la juventud mexicana al infierno con la legalización de la marihuana, no saben,   que estamos en pañales, en conciencia, educación y rehabilitación,  La sanación, no vendrá por decreto, ni legalizando, como estúpidamente se ha hecho con la marihuana.-   Drogadicto por prescripción médica.

Muchos adictos,  se prenden de las sustancias debido a que el psiquiatra o el médico, algunos de ellos,  les recetan   medicamentos controlados para atender un problema de insomnio, nervios,    ansiedad.  de autoestima o algo similar,  en la gran mayoría de los casos,  al adicto se le receta un Tafil antes de dormir y lo que sucede es que el adicto se toma más de dos tafiles y otros tantos más durante el día,  muchos de estos adictos no van a ver al psiquiatra por razones de terapia,  sino que van a verlo por la receta médica,  otros más falsifican firmas y recetas,  garantizan la dotación diaria de droga bajo el espinoso concepto de qué es por prescripción médica, el consumo de antidepresivos.  es similar al consumo de refrescos en este país de adictos, de borrachos, somos número uno en consumo de refrescos, somos un país enfermo, muy enfermo, una sociedad adicta,   por mi parte sólo tengo que acordarme de qué vivo de milagro,  sólo por la gracia de Dios y que consideró muy seriamente que estoy en la cuerda floja,  me queda claro,  no estoy zafo de tener una recaída,  porque repito soy un enfermo emocional,  que si me descuido,  me puede llevar la tía de las muchachas,  al menos sólo por hoy estoy consciente de que la drogadicción,  el alcoholismo,  la depresión,  la neurosis,  los trastornos mentales son tan solo algunos indicadores de la complejidad de mi enfermedad, seré adicto, lo sé muy bien, toda la vida, hasta después de cinco días de muerto.-