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Entre dos discursos

Es precisamente el día de hoy que la sociedad tamaulipeca y reynosense nos encontramos inmersos entre dos discursos. Sí, por un lado el discurso del Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong el lunes pasado en Reynosa, en el marco de la sesión del gabinete de seguridad nacional y el del Presidente Enrique Peña Nieto, el miércoles ante gobernadores. Ambos discursos si bien es cierto que quieren lanzar el mensaje de que se estará actuando con eficiencia para detener actos criminales, la verdad es que ante la sociedad suenan huecos.

El Secretario Osorio Chong, quien el pasado lunes estuvo en Reynosa ante los recientes y recrudecidos hechos de violencia que se han dado en la ciudad, mencionó un escueto discurso ante los medios de comunicación que alentó más el desconsuelo que el optimismo.

Entre dos discursos

Prácticamente se dijo más de lo mismo con una ligera variante: no incrementaremos el número de efectivos federales, ya Tamaulipas tiene suficientes, lo que haremos es ir a atacar la logística de los grupos delictivos y cortaremos sus fuentes de financiamiento, dijo el Secretario.

Recordemos que esta reunión se da justo a tres años de que en Tamaulipas el señor Osorio Chong puso en marcha la estrategia para la seguridad de Tamaulipas, la cual hasta el momento ha resultado fallida, y para muestra los hechos violentos que han sacudido a nuestra ciudad y otras partes del Estado, ante esta situación, la sociedad es escéptica de los resultados de cualquier variante que se haya agregado a esta estrategia para la seguridad de Tamaulipas, el escepticismo es real y pudiera tener fundamentos o no, pero será el tiempo el que nos muestre si ese escepticismo cobra vida en los hechos o realmente la estrategia regresará la paz a nuestra entidad, a nuestro municipio.

Por otro lado, el día de ayer, en reunión con gobernadores, el Presidente de la República reprobó los crímenes perpetrados contra periodistas, esto a raíz de que el pasado lunes fue acribillado el reconocido periodista Javier Valdez en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, y ante las marchas de protesta que periodistas realizaron en esa entidad y otras ciudades del país.

Al inicio de mensaje, Peña Nieto dijo que su gobierno “actuará con firmeza y determinación” para capturar a los responsables de los asesinatos de periodistas en México. “Tienen razón quienes afirman que no se mata a la verdad, matando periodistas”, señaló.

El presidente dio a conocer tres medidas extraordinarias que el gobierno federal pondrá en marcha:

- Fortalecer la estructura y presupuesto del mecanismo de protección de periodistas y defensores de derechos humanos

- Un esquema nacional de coordinación con los Estados y un protocolo de operación

- Fortalecer la Fiscalía Especial a través de más personal, mejor capacitación del mismo, mecanismos de contacto y diálogo, previsión e impulso de las investigaciones en proceso, coordinación entre autoridades locales y federales para la inmediata atención de ese tipo de delitos.

El problema ante estas declaraciones es que la sociedad ya no cree en los discursos infructuosos, cuántas veces la sociedad ha escuchado el que se actuará hasta las últimas consecuencias sin importar quien caiga, y al final de cuentas ni se aclaran los hechos ni se castiga a nadie; reza un viejo adagio popular: “la burra no era arisca…”.

Por más buenas intenciones que tanto el presidente Peña Nieto y el Secretario Osorio Chong tengan para solucionar ambos casos, el escepticismo de la sociedad es mayúsculo, ya no cree que lo que se expone en el discurso se materializara en los hechos para el real beneficio de la población.

Es así como los discursos suenan huecos, y es ahora precisamente que nos encontramos en Reynosa viviendo entre dos discursos.

Hasta la próxima, primeramente Dios.

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