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El asesino silencioso

El riesgo de cáncer de pulmón en esposas de fumadores es 30% mayor que en no fumadores. La laringe, donde se alojan las cuerdas vocales, es uno de los órganos más atacados por el tabaco.

El primer síntoma se manifiesta con ronquera y afonía. La tos contribuye a irritar la laringe, afecta nuestra respiración,  disminuye la capacidad para hacer deportes.

El asesino silencioso

El monóxido de carbono, que ingresa al organismo a través del humo del cigarrillo, ocasiona la falta de oxígeno, alterando al corazón y al aparato respiratorio. Las personas que fuman tienen menos apetito,  padecen malestares digestivos de todo tipo. La nicotina deteriora  los sentidos del gusto y el olfato.

La causa más importante que determina una mala circulación en la piel es la vida sedentaria de hombres y mujeres. La nicotina, sumada a este estilo de vida, acentúa la producción de celulitis.

La bronquitis crónica se manifiesta con tos persistente y dura dos o más años consecutivos.

El resultado final es una "fatiga" o dificultad respiratoria que, en casos extremos, impide limpiarse la nariz. La boca sufre una irritación crónica ocasionando un engrosamiento e inflamación de las mucosas (estomatitis) y de las encías (gingivitis). Acumulación de sarro en los dientes. Por supuesto que todos estos daños son irreversibles, es decir, el fumador, queda dañado de por vida.