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¿4T se desinfló…?

¿…4T en caída libre?,

es pregunta obligada;

¿4T se desinfló…?

¿estrategia fue errada?

o les falló el calibre…

En Coahuila PRI arrasó,

en Hidalgo es puntero

y Morena fue pasajero

de un carro que falló…

Al momento de cerrar esta colaboración, los resultados en Coahuila e Hidalgo eran preliminares, pero con todo y eso se demuestra que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se mantiene vivo.

Uno de los que lanzó las campanas al vuelo (aquí) con los resultados en dichos estados, fue el presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Tamaulipas, EDGAR MELHEM SALINAS.

Esos resultados le sirvieron a MELHEM para inyectar altas dosis de optimismo a buena parte de sus compañeros de partido que siguen postrados en espera de un “milagro” y sin ganas de abrir la chequera para apoyar al otrora partidazo.

Lo que sigue, antes de que se “oficialicen” los resultados, es la tradicional danza de las descalificaciones, el “voto por voto” o el desconocimiento de resultados por la parte perdedora.

Cabe destacar que Hidalgo, gobernado por el priista OMAR FAYAD MENESES, es la tierra del senador MIGUEL ÁNGEL OSORIO CHONG, de manera que el virtual triunfo costó miles de millones de pesos; y Coahuila, que es gobernado por el priista MIGUEL ÁNGEL RIQUELME SOLÍS, también requirió de operación millonaria.

En esos estados, el favorito, en todas las encuestas, fueran a modo o reales, era el Movimiento de Regeneración Nacional. Por largos meses se manejó que el PRI sería borrado por Morena, pero en las urnas eso no sucedió el pasado domingo.

En Coahuila hubo carro completo para el PRI, al llevarse los 16 distritos locales, y en Hidalgo los priistas se llevaron 32 de los 84 ayuntamientos en una elección donde compitieron siete partidos con representación nacional y cuatro con representación local.

Los resultados evidencian varios puntos: (1) El hastío por sí solo hacia un sistema, un partido político o un personaje no es suficiente para ganar una elección y es de “tontos” apostarle a ese solo efecto.

(2) Tampoco fueron suficientes los escándalos por el “caso Lozoya”, ni la detención del general SALVADOR CIENFUEGOS, que se intentaron inyectar de forma mediática en esos estados para desfavorecer al PRI.

(3) Los resultados evidenciaron lo enano que se encuentra ALFONSO RAMÍREZ CUÉLLAR, en su calidad de encargado del despacho de la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, así como la debilidad del grupo que lo acompaña.

(4) Los morenos se han distraído demasiado en el pleito interno por conseguir el control nacional de su partido, que las urnas le acaban de pasar una factura con un grosero total y una lección dolorosa.

(5) Los programas federales que entregan “apoyo en greña” para adultos mayores, estudiantes y embarazadas en Coahuila e Hidalgo no fueron suficientes y habrá que idear otros mecanismos que garanticen el apoyo a cambio de votos, como se estila.

(6) Lo más grave y que realmente preocupa a Palacio Nacional, es que el efecto ganador del 2018, el llamado “Efecto Peje” o “Efecto AMLO”, ya no se ha replicado en posteriores elecciones; ni en Tamaulipas en el 2019, ni ahora en Coahuila e Hidalgo.

(7) Nadie sufre una derrota permanente ni tampoco goza de una victoria eterna; pero luego del 2018, el Movimiento de Regeneración Nacional no ha podido alzarse con importantes triunfos electorales y ésa es otra seria preocupación para la Cuarta Transformación (4T).

En resumen. Si Morena y la 4T siguen apostándole al “hastío” hacia el “viejo sistema” para conseguir un triunfo electoral, tal vez en la ecuación que emplean para ese cálculo, se les olvida que ellos ya llevan dos años en el poder.

El revés sufrido por el “partido de Estado”, entiéndase Morena, en Tamaulipas (2019), Coahuila e Hidalgo, puede ser un anticipo de lo que recibirían en el 2021, que son las elecciones que realmente le importan a la 4T y a la plana mayor de morenos… Pendientes