Busca Vallarta una segunda oportunidad
El preso más famoso de México sale en libertad casi 20 años después de quedar atrapado en un montaje policial y jurídico sin garantías ni sentencia
Al salir del Penal del Altiplano, tras casi 20 años preso, Israel Vallarta Cisneros acusó a Luis Cárdenas Palomino, colaborador cercano de Genaro García Luna, de intentar sobornarlo al interior del reclusorio y adelantó que hará más revelaciones.
Ciudad de México.- Duele todavía ver las imágenes en las que un policía atenaza el cuello de Israel Vallarta mientras lo enfrenta a las cámaras de televisión, interrogado por un secuestro del que se le acusa.
Con la cabeza gacha, apenas esboza unas palabras y si se consideran incorrectas, el policía le aprieta las cervicales.
Con signos de tortura evidentes, el hombre se encoge de dolor. México entero observó atónito en directo, desde sus casas, la supuesta resolución de un caso criminal que acabaría con el joven y su novia, la francesa Florence Cassez, entre rejas.
Aquel 9 de diciembre de 2005, un montaje televisivo daba inicio a una de las historias policiales más rocambolescas y perversas que hayan conocido los tribunales mexicanos. Vallarta entró en prisión en silencio y ha salido hablando como un abogado. "Se van a conocer muchas verdades y habrá consecuencias para los responsables. Yo siempre fui inocente". Entró con 35 años y ha salido con 55 y una cara de felicidad que solo dejó escapar unas lágrimas al recordar a sus padres, muertos mientras él penaba en el Altiplano, una cárcel de alta seguridad donde también ha estado encerrado su verdugo, Luis Cárdenas Palomino, por torturas. Entró con una novia y ha salido para abrazar a su nueva esposa, a quien conoció en prisión y entregó un anillo de papel que sellaba su compromiso. Entró como un villano y ha salido prácticamente como un héroe.
La primera vida de Vallarta era la de un joven que se desempeñó en varios negocios hasta asentarse en el de la familia, la compra venta de vehículos. De aspecto atractivo, tuvo cuatro matrimonios y dos hijos con los que ahora trata de armar el puzle de una vida interrumpida una mañana en la que él mismo pareció haber sido secuestrado. Fue detenido en verdad el 8 de diciembre, un día antes del montaje televisivo, por las fuerzas del orden, que acabaron acusándole del secuestro de seis personas, de delincuencia organizada en un grupo conocido como los Zodiacos y de portar armas de uso exclusivo del Ejército, esas que en México los propios agentes han sembrado en más de una ocasión para disponer de pruebas acusatorias. Solo el año pasado, tras 19 años de prisión, se cerró la instrucción del proceso penal y una nueva jueza, Mariana Vieyra Valdez, agarró este enero los miles de papeles que contaban lo ocurrido y ha dictado sentencia absolutoria porque no encuentra pruebas para la condena.
La Fiscalía tiene cinco días para recurrir y también las víctimas, de las que dos de ellas han estado siempre muy activas, cuenta la abogada del caso, Sofía de Robina. Parece difícil que habiendo confirmado públicamente el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, las torturas a que fue sometido Vallarta antes de declararse culpable -algo que no ratificó después ante ningún juez-, ahora la Fiscalía recurra el caso, pero De Robina no tiene la certeza absoluta, habida cuenta, explica, de que ha sido la propia Fiscalía "la que se ha negado una y otra vez a ir cerrando el proceso", razón por la cual un reo sin sentencia ha estado casi 20 años en la cárcel.
APLICAN A FALLO DE CASSEZ
La sentencia de la Primera Sala Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en 2013 ordenó la libertad de la francesa Florence Cassez, también le abrió la puerta de la prisión a su ex pareja sentimental Israel Vallarta Cisneros.
Mariana Vieyra Valdés, Juez Tercero de Distrito en Materia Penal del Estado de México, absolvió a Vallarta basándose en buena medida en el fallo de la Corte, que estableció que el montaje televisivo de la AFI ocasionó un efecto corruptor en el debido proceso. La juzgadora afirmó que la Procuraduría General de la República (PGR) no sólo se valió del montaje de las capturas para acusar a Vallarta, sino que indujo a las víctimas de secuestro para que lo reconocieran e hicieran imputaciones directas en su contra, señala la sentencia absolutoria.
"Se advirtió un efecto corruptor en el proceso derivado de la escenificación ajena a la realidad en la que participaron las autoridades ministeriales y policiales y que fue auspiciado por los medios de comunicación nacionales e, incluso, internacionales, lo que expuso tanto a los entonces indiciados como a las víctimas, quienes también fueron violentadas en sus derechos humanos", sentenció. Ciudad de México/Reforma
