Impacta inflación la venta de alimentos
Compradores prefirieron los artículos para el cuidado de la salud
Las familias se volvieron cautelosas y dan prioridad a la compra de productos de primera necesidad, sacrificando la adquisición de computadoras, vehículos y otros artículos de consumo discrecional a causa de la inflación y de su impacto en los salarios, así como el crédito caro, coincidieron analistas. Mientras las ventas minoristas en total se redujeron 0.2% en noviembre frente a octubre pasado, los mexicanos consumieron 1% más abarrotes y alimentos, según la Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC) del INEGI.
El comercio de artículos para la decoración de interiores cayó 4.3% y significó la disminución más pronunciada en ocho meses, mientras que las ventas por internet retrocedieron 2.1% y ligaron dos meses en rojo. El comercio de autos y camionetas sufrió una baja de 2% y se trata del peor resultado en casi tres años, de acuerdo con el sondeo del INEGI.
PRIORIDAD A BÁSICOS
Los mexicanos están dándole prioridad a los bienes básicos, como la comida y artículos para el cuidado de la salud, señaló Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector Casa de Bolsa: “Hay una recomposición del gasto hacia el consumo de mercancías alimenticias, pues es la reacción natural ante una elevada inflación”. La canasta de más de 100 tipos de alimentos del Inegi se encareció 12.8% el año pasado y fue la mayor alza desde 1998.
La peor cuesta de enero desde 2001
- La reciente encuesta de CitiBanamex señaló que los analistas proyectan una inflación de 7.9% en la primera mitad de enero. De confirmarse esta expectativa, será la peor cuesta de enero desde 2001, cuando la carestía llegó a 8.4% durante la primera quincena de ese año. El INEGI dará a conocer los resultados el próximo martes.
- Instituciones como J.P. Morgan e Invex anticipan una inflación de 8.1%, mientras que en el otro extremo, como el más optimista, aparece Morgan Stanley, con una proyección de 7.6%, según el sondeo de CitiBanamex
- El Banxico dijo que las presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia, los precios agropecuarios y energéticos, entre otros, son elementos que pueden impedir que el llamado impuesto de los pobres converja a su meta de 3% entre julio y septiembre de 2024.