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Detectan plaguicidas en orina de infantes en Ciudad Guzmán

¿Somos capaces de eliminar por completo los plaguicidas que entran a nuestro cuerpo a través de los alimentos? La respuesta es no, y así lo comprobó la estudiante de la Maestría en Ciencias de la Salud Ambiental de la UdeG, Ana Bárbara Torres Rodríguez

Ella analizó la orina de 21 infantes, de los 3 a los 12 años, residentes en Ciudad Guzmán y encontró que el 86 por ciento de los niños tuvo residualidad de al menos un tipo de neonicotinoide, es decir, de un insecticida usado para matar plagas en los cultivos.

Foto ReformaDetectan plaguicidas en orina de infantes en Ciudad Guzmán

  • GUADALAJARA, Jalisco

"El que más se encontró fue el imidacloprilg, que es el más común y el más tóxico de los neonicontinoides, seguido del acetamiprid", detalló la investigadora.

"¿Por qué es preocupante que esta residualidad sea vista en la orina? Por las afectaciones que se han visto demostradas en otros estudios en Japón y Estados Unidos () hay irritación ocular, afectaciones cardiovasculares, irritaciones dérmicas. También se ha documentado casos de afectaciones cardiacas, pérdida de la memoria, autismo, temblores en los dedos", alertó.

Esto se relaciona con los resultados encontrados por la investigadora Irma Aidé García Villegas, también maestrante en Ciencias de la Salud Ambiental. Ella evaluó durante siete días a través de una bitácora la alimentación de 23 infantes en edad preescolar, oriundos de la localidad San Andrés Ixtlán, en el Municipio Gómez Farías.

Las madres de los menores de edad fueron las que precisaban qué y cómo se consumían los alimentos; además daban detalles de cuáles eran los lugares más frecuentes en los que compraban su despensa.

"Les otorgamos a los padres de familia un diario de alimentación de siete días () una vez que analizamos estos resultados procedimos a adquirir las muestras de alimentos en los sitios más frecuentes de compra", explicó García Villegas.

"De entre todas las muestras que analizamos, encontramos que fueron detectados un total de 34 diferentes plaguicidas, incluidos cinco neonicotinoides () el alimento que tuvo mayor número de plaguicidas fue la fresa, se detectaron 14, y el jitomate que nos registró hasta cinco diferentes neonicotinoides", añadió.

El imidacloprid -neonicotinoide-  y la carbendazima fueron los plaguicidas que se encontraron con más frecuencia en esta investigación.

Por su parte, Silvia Lizeth Ramos de Robles, Coordinadora en la Maestría en Ciencias de la Salud Ambiental, mencionó que estas investigaciones dan pie para analizar la forma en la que se están produciendo los alimentos.

"Si bien hay una necesidad de garantizar todas las cosechas, hay que pensar cuál es el costo posterior () estamos preocupados principalmente por la salud de los niños que son los que más exposición van a tener a estos químicos. Seguramente habrá personas interesadas en transitar hacia una producción de alimentos con la menor cantidad de plaguicidas o sin plaguicidas", dijo.



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