Asesino se confundió de boda, dice fiscalía

La Fiscalía General de Sonora cree que el novio asesinado el domingo después de su boda fue confundido con otro, que se casaba el mismo día en otra ciudad del Estado. Las autoridades han confirmado este lunes que un ataque directo de al menos cuatro balazos mató a Marco Antonio Rosales Contreras, de 32 años, y lesionó en la espalda a su hermana, Michelle Adriana, de 23 años, en Caborca, localidad del Estado de Sonora, que está fuera de peligro.

Las imágenes captadas por curiosos y asistentes a la boda circularon ayer por las redes y mostraban el vestido sangriento de la novia, que gritaba desesperaba esperando a los paramédicos, que tardaron más de 20 minutos en llegar hasta la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria.

Marco Antonio Rosales Contreras era ingeniero y trabajaba en una empresa en el Estado de Jalisco. Había llegado esa mañana a Caborca, el municipio de su novia, junto con sus padres y su hermana, para la celebración de la boda. La víctima era originaria de Durango, pero vivía actualmente en Guadalajara.

Alfonso Durazo Montaño, gobernador del Estado de Sonora, señaló que fue un “ataque directo”, es decir, que el novio era el sujeto directo de los disparos. Por lo tanto, “no hay mayor motivo para un ánimo de psicosis, hay que tener los cuidados normales que se tiene en cualquier otra ciudad. Las primeras líneas de investigación apuntan a que fue un ataque dirigido específicamente contra la persona que lamentablemente perdió la vida”, aseguró el domingo el mandatario.

Alrededor de las 19:10 de la tarde del domingo frente a la Iglesia La Candelaria, ubicada en la calle 6 de abril, el asesino se acercó y disparó al menos cuatro veces a Rosales. Una de las balas impactó en su hermana, que recibió un disparo en la espalda y fue trasladado al hospital. El asesino salió corriendo por la calle, según los testigos recogidos por el Diario de Sonora, y todavía no ha sido detenido. Minutos más tarde, socorristas de la Cruz Roja trataron de reanimar sin éxito al novio mientras lo llevaban en ambulancia al hospital, donde fue declarado muerto.