Gran Bretaña compra 100.000 vacunas más para viruela símica
Gran Bretaña adquirió otras 100.000 vacunas contra la viruela símica en momentos en que el número de casos asciende a más de 2.130
LONDRES, Inglaterra.
La agencia de salud británica indicó que si bien la epidemia se está extendiendo, la mayoría de los casos “siguen ocurriendo en hombres gay, bisexuales o que tienen relaciones sexuales con otros hombres, y el virus se transmite principalmente mediante el contacto cercano entre miembros de redes sexuales interconectadas”.
Previamente, los científicos habían dicho que no había evidencia de que la viruela símica se esparcía más allá de esos estrechos círculos sociales.
La viruela símica puede afectar a todo el que tenga contacto físico cercano con una persona infectada, con sus ropas o sábanas, independientemente de su orientación sexual.
El mes pasado, las autoridades británicas ampliaron su estrategia de vacunación, ofreciendo vacunas no solo a los médicos o a personas en contacto cercano con pacientes, sino también a hombres gay o bisexuales o con alto riesgo de contraer el virus, incluyendo a quienes tienen múltiples parejas sexuales o que participan en sexo en grupo.
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Las autoridades también recomendaron a toda persona que haya estado en contacto con un enfermo a que se aísle por tres semanas a menos que tenga síntomas. El cambio se dio debido a datos según los cuales solo una pequeña cantidad de personas llegan a enfermarse de la viruela símica, y a la falta de evidencias de que la enfermedad se esparce sin que haya contacto sexual, cercano o íntimo.
Aun así, los expertos llamaron a la ciudadanía a permanecer atentos por cualquier síntoma de la enfermedad, como fiebre, dolor de cabeza o erupciones.
“La viruela símica sigue siendo un desafío para la salud pública, y hacemos un llamado a las personas a hacer una pausa y abstenerse de actividades que involucran contactos de piel sobre piel, como las relaciones sexuales, los abrazos y los besos, a fin de reducir el riesgo de contagiar el virus inadvertidamente”, expresó la doctora Merav Kliner de la Agencia de Salud británica.