El Papa sobre Ucrania: "Intentamos desarrollar una red de relaciones que favorezca el acercamiento"
Señaló que la Santa Sede analiza cualquier indicación que pueda conducir a un verdadero alto al fuego y no sólo una tregua
ROMA
"Estamos continuamente atentos a la evolución de la situación. Como dije en el avión al volver de Bahrein, la Secretaría de Estado trabaja y trabaja bien, todos los días, y evalúa cualquier hipótesis y valora cualquier atisbo que pueda conducir a un verdadero alto al fuego, y a verdaderas negociaciones. Mientras tanto, estamos comprometidos con el apoyo humanitario al pueblo atormentado de Ucrania, al que llevo en mi corazón junto con su sufrimiento. Y luego intentamos desarrollar una red de relaciones que favorezca el acercamiento entre las partes, para encontrar soluciones. Además, la Santa Sede hace lo que debe para ayudar a los presos", asegura Francisco en una entrevista al diario italiano 'La Stampa'.
El Pontífice muestra la disponibilidad de la Santa Sede para desempeñar el papel de mediadora de paz y para acoger posibles negociaciones. "Como venimos informando desde hace meses, y como el cardenal secretario de Estado Parolin ha declarado en varias ocasiones, la Santa Sede está dispuesta a hacer todo lo posible para mediar y poner fin al conflicto en Ucrania", recalcó.
El Papa condena también que prevalezca "la vocación destructiva" que da lugar a las guerras. "Causa especial rabia y tristeza darse cuenta de que detrás de todas estas tragedias están el ansia de poder y el comercio de armas", denuncia.
Así, detalla cómo los expertos le explicaron que de no fabricarse y venderse armas "en un año", "se eliminaría el hambre en el mundo". "Cuando los imperios se debilitan, buscan hacer la guerra para sentirse fuertes, y también para vender armas. En un siglo, ¡tres guerras mundiales! ¡Y no aprendemos!", crítica.
- En todo caso, no pierde la esperanza y pide a la comunidad internacional que no se resigne. "La paz es posible. Pero todo el mundo debe trabajar para desmilitarizar los corazones, empezando por el propio, y luego desactivar, desarmar la violencia. Todos debemos ser pacifistas. Querer la paz, no sólo una tregua que sólo sirva para rearmarse. La verdadera paz, que es el fruto del diálogo. No se consigue con las armas, porque no vencen el odio y la sed de dominación, que volverán a surgir, quizá de otras maneras, pero volverán a surgir", concluye.