Cuba arranca proceso electoral con elección de concejales
Los cubanos acudieron el domingo a las urnas para elegir a sus concejales en unos comicios que se caracterizan por no tener el concurso de partidos políticos, por nominar candidatos a vecinos en cada barrio y por representar el arranque de un ciclo electoral que deberá avanzar hasta las elecciones presidenciales de 2023
LA HABANA
Desde temprano se abrieron las instalaciones para la asistencia de los ciudadanos, constató The Associated Press. Los centros de votación, generalmente ubicados en centros de trabajo, consultorios médicos o escuelas, contaban con un presidente y varios voluntarios, y estaban adornados con una bandera y tenían la presencia de niños con sus uniformes para cuidar las urnas cerradas.
Unos 8,3 millones de cubanos asistirán a más de 23.000 colegios electorales en todo el país para elegir 12.427 delegados del Poder Popular, que conforman las asambleas en cada municipio de la nación, señalaron las autoridades. Los candidatos, que en esta ocasión son unos 26.746, se seleccionaron en reuniones de vecinos en cada cuadra realizadas en las semanas previas.
En el modelo cubano, los delegados tampoco cobran un sueldo y permanecen en sus centros laborales habituales. Su tarea principal es gestionar las necesidades de sus circunscripciones, desde salideros de agua hasta las solicitudes de una nueva escuela para la comunidad, incluyendo a veces litigios entre vecinos.
Los comicios en Cuba, que son menos vistosos que sus similares en otras naciones, no cuentan con campañas electorales —ni en este nivel primario, ni a nivel nacional— y ningún partido político, ni siquiera el comunista, puede postularse. Los defensores argumentaron que es una forma de evitar la corrupción y las promesas falsas a la ciudadanía. La votación es secreta y voluntaria.
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Críticos del modelo cubano, por su parte, señalaron el inmovilismo que constituye no permitir el concurso de diferentes partidos, y opositores hicieron un llamado sobre todo en redes sociales a abstenerse de votar. La campaña buscó incluso posesionar el hashtag #YoNoVotoel27 en Twitter, sobre todo entre los usuarios fuera del país pero la emisión de sufragios no se realiza en el extranjero.
Mientras tanto, un grupo disidente interno, el Consejo para la Transición Democrática de Cuba, informó que había intentado presentar media docena de candidatos en las reuniones de vecinos y que uno de ellos en Santiago, al oriente del país, sí había sido finalmente nominado.
Uno de los voceros de la plataforma opositora, Manuel Cuesta Morúa comentó a la AP que el candidato se llama José Cabrera Parada de la localidad de Palma Soriano y deberá competir con sus otros vecinos nominados este domingo.
Cuesta acusó a la seguridad del Estado de presionar al activista para que se retire. En otras elecciones como las de 2015, varios disidentes se presentaron e incluso fueron nominados, pero no ganaron sus puestos.
Una vez elegidos los candidatos constituidos como concejales conforman una asamblea municipal que nombra un intendente.
En una segunda instancia, cuya fecha de elecciones aún no fue definida, muchos de ellos se integrarán a la Asamblea Nacional del Poder Popular, el parlamento, —el 50% de este órgano debe estar compuesto por delegados municipales— de donde sale el presidente de la república y las leyes del país, un proceso que siguiendo el calendario actual deberá desarrollarse a mediados del año próximo.
Alina Balceiro, titular del Consejo Nacional Electoral, informó la semana pasada a medios de comunicación locales que el 44,69% de los nominados para estas elecciones municipales son mujeres, el 17,7% jóvenes y 30% son delegados en la actualidad. Más del 90% tienen nivel escolar medio o superior.
El 65% de los candidatos son militantes del Partido Comunista de Cuba (PCC) y el 4,47% de la Unión de Jóvenes Comunistas.
- Aunque es el único con estatus legal en la isla, el poderoso PCC no se presenta en estas elecciones ni postula a sus miembros ya que su labor, según la Constitución, es dirigir el país en el marco de un modelo socialista y no concurrir a las urnas.