Biden pacta con México una nueva política migratoria para Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití
Estados Unidos extenderá los permisos para personas con lazos en el país y pacta que México acepte hasta 30.000 devoluciones mensuales de quienes inmigren de forma irregular
La inmigración irregular a Estados Unidos batió récords el año pasado y se ha convertido en uno de los flancos por los que la oposición ha atacado más insistentemente al presidente, Joe Biden. Los republicanos dicen que el país sufre “una invasión” y quieren procesar políticamente al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Biden ha decidido tomar nuevas medidas para reforzar el control de la frontera con México y a cambio promete ofrecer nuevas vías de inmigración legal, especialmente a personas que puedan demostrar lazos o arraigo con Estados Unidos y que procedan de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, según han adelantado altos cargos del Gobierno. El presidente hará hoy anuncios al respecto y viajará a El Paso (Texas) este domingo, en su primera visita a la frontera desde que ocupa el cargo.
Las personas que crucen irregularmente la frontera de Panamá, México o Estados Unidos después de la fecha de este anuncio no podrán acogerse al proceso y serán expulsadas a México, que aceptará el retorno de 30.000 personas al mes de estos cuatro países que no utilicen estas nuevas vías, añaden las mismas fuentes.
Además, el Gobierno planea acoger hasta 20.000 refugiados de países latinoamericanos y caribeños durante los años fiscales 2023 y 2024, lo que sitúa a Estados Unidos a un paso de triplicar con creces las admisiones de refugiados procedentes del hemisferio occidental.
Más uso del Título 42
Biden utilizará el llamado Título 42 que ha tratado de derogar por ahora sin éxito, para agilizar las expulsiones en caliente de inmigrantes. Esa una norma impulsada durante la presidencia de Donald Trump al inicio de la pandemia, aduciendo motivos sanitarios. El Tribunal Supremo ha decidido mantenerla cautelarmente en vigor en una decisión reciente. Y el Gobierno de Biden ha decidido hacer de la necesidad virtud y aplicarla de forma decidida.