Aumentan violencia las pandillas en Haití
Se enfrentan entre sí y se apoderan del territorio en la capital Puerto Príncipe con una nueva intensidad y brutalidad
Eran alrededor de las 6 de la mañana cuando Venique Moïse abrió la puerta de su casa y vio a decenas de personas corriendo -con sus hijos en una mano y sus escasas pertenencias en la otra- mientras se intensificaban los disparos.
“Ese domingo, cuando empezó la guerra, sentí que iba a morir”, dijo Moïse.
Las pandillas se enfrentan entre sí y se apoderan del territorio en la capital Puerto Príncipe con una nueva intensidad y brutalidad. La violencia ha horrorizado a muchos que sienten que el país se está desmoronando rápidamente mientras intenta recuperarse del asesinato del presidente Jovenel Moïse perpetrado el 7 de julio y las Naciones Unidas se preparan para debatir el futuro de su larga presencia en Haití.
Los expertos señalaron que la escala y la duración de los enfrentamientos entre bandas, el poder que ejercen los delincuentes y la cantidad de territorio que controlan han alcanzado niveles nunca vistos.
Las pandillas han provocado cierres de escuelas, comercios y hospitales al tiempo que asaltan nuevos barrios, se hacen con el control de las principales carreteras que conectan la capital con el resto del país y secuestran víctimas a diario, entre ellas ocho ciudadanos turcos que aún permanecen cautivos, según las autoridades.
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También están reclutando a más niños que antes, dándoles armas pesadas y formando alianzas temporales con otras pandillas en un intento de apoderarse de más territorio para obtener beneficios económicos y políticos antes de las elecciones generales del país, explicó Jaime Vigil Recinos, comisionado de policía de las Naciones Unidas en Haití.
“Es sorprendente”, comentó a The Associated Press, señalando que los enfrentamientos entre bandas se están convirtiendo en asuntos prolongados y despiadados. “Estamos hablando de algo que Haití no ha experimentado antes”.