Tenían una Carta Magna... ¡real!
Carpenter se asoció con Nicholas Vincent, profesor de Historia medieval en la Universidad de East Anglia en Gran Bretaña, para confirmar la autenticidad del documento de Harvard.
Esta imagen muestra una copia rara de la Carta Magna de 1300 en un expositor en la Escuela de Derecho de Harvard, en Cambridge, Massachusetts.
BOSTON, Massachusetts.- La Universidad de Harvard asumió durante décadas que tenía una copia barata de la Carta Magna en su archivo, un documento manchado y descolorido que había comprado por menos de 30 dólares; pero dos investigadores han concluido que tiene algo mucho más valioso: una versión poco común de 1300, emitida por el rey Eduardo I de Inglaterra.
La Carta Magna original estableció en 1215 el principio de que el rey está sujeto a la ley, y ha servido de base para constituciones en todo el mundo. Hay cuatro copias del original y, hasta ahora se creía que sólo existían seis de la versión de 1300.
“Mi reacción fue de asombro y, en cierto modo, de admiración al haber logrado encontrar una Carta Magna desconocida hasta ahora”, afirmó David Carpenter, profesor de Historia medieval en el King’s College de Londres. Encontró el documento digitalizado en 2023, mientras buscaba en la web de la Biblioteca de la Facultad de Derecho de Harvard. “En primer lugar, había encontrado uno de los documentos más raros y significativos de la historia constitucional mundial”, agregó. “Pero en segundo lugar, por supuesto, me sorprendió que Harvard lo hubiera tenido durante todos estos años sin darse cuenta de lo que era”.
Confirmación de autenticidad
Carpenter se asoció con Nicholas Vincent, profesor de Historia medieval en la Universidad de East Anglia en Gran Bretaña, para confirmar la autenticidad del documento de Harvard.
Comparándolo con las otras seis copias de 1300, Carpenter encontró que sus dimensiones coincidían. Luego, él y Vincent recurrieron a las imágenes creadas por los bibliotecarios de Harvard utilizando luz ultravioleta e imágenes espectrales. Esta tecnología ayuda a los académicos a apreciar detalles en documentos descoloridos que no son visibles al ojo humano.
Esto les permitió comparar los textos palabra por palabra, así como la caligrafía, que incluye una gran ‘E’ mayúscula al inicio de “Edwardus” (Eduardo) y letras alargadas en la primera línea.
Después del original de 1215, impreso por el rey Juan, se escribieron otras cinco ediciones en las décadas siguientes hasta 1300, la última vez que se publicó el documento completo y fue autenticado por el sello del monarca.
La versión de 1300 de la Carta Magna es “Diferente de las versiones anteriores en toda una serie de pequeños detalles, y los cambios se encuentran en cada una de ellos”, dijo Carpenter.