Masacre escolar de Uvalde: Rechaza juez desestimar cargos a exjefe de policía
La acusación señala que no siguió su entrenamiento para enfrentar a tiradores activos y tomó decisiones críticas que ralentizaron la respuesta policial mientras el tirador ´cazaba´ a sus víctimas
El exjefe de Policía del distrito escolar de Uvalde, Pete Arredondo, sale del Centro de Justicia del condado de Uvalde, el jueves por la mañana en Uvalde, Texas.
UVALDE, Texas.- Un juez en Texas rechazó el jueves desestimar los cargos penales contra el exjefe de policía de Uvalde por acusaciones de que respondió demasiado lento a la masacre escolar, ocurrida en mayo de 2022.
El exjefe policial, Pete Arredondo, afirma que fue acusado incorrectamente y que el tirador fue el responsable de poner en peligro a las víctimas en el ataque en la Escuela Primaria Robb el 24 de mayo de 2022. Diecinueve niños y dos maestros fueron asesinados.
Arredondo también dijo que ha sido convertido en chivo expiatorio por la tardía respuesta policial. Casi 400 agentes de la ley se apresuraron a llegar al lugar en el sur rural de Texas, pero esperaron más de 70 minutos para confrontar y matar al tirador en un aula de cuarto grado.
El juez Sid Harle emitió el fallo durante una audiencia en un tribunal de Uvalde.
Arredondo se ha declarado inocente de 10 cargos de abandono o puesta en peligro de un niño, cada uno de los cuales conlleva una pena de hasta dos años de cárcel. Él y el exoficial de las escuelas de Uvalde, Adrian Gonzales, son los únicos oficiales que han sido acusados por sus acciones ese día.
Gonzales no ha pedido al juez que desestime sus cargos, pero podría hacerlo en una fecha posterior.
La acusación contra Arredondo alega que no siguió su entrenamiento para enfrentar tiradores activos y tomó decisiones críticas que ralentizaron la respuesta policial mientras el tirador "cazaba" a sus víctimas.
Alega que, en lugar de confrontar al tirador de inmediato, Arredondo causó retrasos al ordenarle a los agentes que evacúen para esperar a un equipo SWAT, al evacuar a estudiantes de otras áreas del edificio primero y al tratar de negociar con el tirador mientras las víctimas morían o sufrían heridas en el aula.
Los abogados de Arredondo dicen que el peligro ese día no fue causado por él, sino por el tirador. Argumentan que Arredondo está siendo culpado por intentar salvar las vidas de otros niños en el edificio, y han advertido que procesarlo perjudicaría futuras acciones policiales.
La masacre en la Escuela Primaria Robb fue uno de los peores tiroteos escolares en la historia de Estados Unidos, y la respuesta de las fuerzas del orden ha sido ampliamente condenada como un fracaso masivo.
Casi 150 agentes de la Patrulla Fronteriza, 91 oficiales de la policía estatal, así como policías escolares y municipales se apresuraron al campus. Mientras estudiantes y maestros aterrorizados llamaban al 911 desde dentro de las aulas, docenas de oficiales permanecían en el pasillo tratando de decidir qué hacer. Más de una hora después, un equipo de oficiales irrumpió en el aula y mató al tirador.
Javier y Gloria Cázares, en el centro, los padres de Jacklyn Cázares, quien fue asesinada en el tiroteo masivo junto con otros 18 niños y dos maestros, salen del Centro de Justicia del condado Uvalde.