Logran mujeres reducir impacto de la inflación

 La funcionaria resaltó que cuando las mujeres tienen una mayor posibilidad de reflejar sus preferencias en el consumo de bienes y servicios que se adquieren en un hogar, aumenta la aversión al riesgo de éstos, lo que a su vez genera un incremento en los ahorros precautorios.

• CIUDAD DE MÉXICO

"Eso es debido a una mayor diversificación de bienes y servicios. En este sentido, se ha observado que si bien la gran mayoría de los hogares se han visto afectados por la inflación, ésta ha afectado menos en los hogares nucleares donde participan más las mujeres; por ejemplo. sus preferencias aumentan la ingesta de alimentos en el hogar", expuso.

 La funcionaria resaltó que cuando las mujeres tienen una mayor posibilidad de reflejar sus preferencias en el consumo de bienes y servicios que se adquieren en un hogar, aumenta la aversión al riesgo de éstos, lo que a su vez genera un incremento en los ahorros precautorios.

 Al participar en el evento sobre mujeres organizado por la Bolsa Institucional de Valores (Biva), Borja señaló que en la medida en que se propicia un ahorro extra en las familias, los activos del hogar aumentan y con ello se ayuda a reducir la desigualdad de riqueza, cuyo efecto tiende a ser más favorable entre los hogares de menores recursos.

 Por su parte, María Ariza, directora de Biva, afirmó que el Producto Interno Bruto (PIB) del País se incrementaría hasta en 15 por ciento en 2030 si se sumaran al mercado laboral 8.2 millones de mujeres.

"Esta implementación ha estado avanzando en los últimos años, pero los avances son desiguales", dijo.

 Alertó que en términos de igualdad salarial, hay un largo camino por recorrer, pues en México tardará 132 años cerrar dicha brecha, según datos del Foro Económico Mundial (WEF).

 "Las mexicanas cobran 14 por ciento menos que los hombres. La remuneración desigual es un problema económico y sutil que persiste en México", agregó.

 Tanto Borja como Ariza y otros funcionarios del sector financiero que participaron en el evento hicieron hincapié en que la carga de trabajo doméstico no remunerado, que se calcula en 47 horas semanales para las mujeres en comparación con 19.5 horas semanales para los hombres, influye en el desarrollo profesional de ellas, que se ven limitadas en destinar más tiempo al trabajo.

 "(Las labores domésticas) reducen su tiempo para trabajar y les impide acceder a puestos de mayor responsabilidad", denunció Borja.

 Añadió que las mujeres también han enfrentado mayores dificultades para reincorporarse al mercado laboral tras la pandemia de Covid-19, debido a que los sectores en los que ellas tienen mayor presencia, como restaurantes o informalidad, tardaron más en recuperarse tras el confinamiento, además de que el cierre de las escuelas y el cuidado de los mayores duplicaron el tiempo que destinaban a las labores del hogar.

 Lourdes Colinas, oficial nacional del programa ONU Mujeres en México, resaltó que el trabajo doméstico debe considerarse como un subsidio a la economía, al no estar remunerado.

Manifestó que para entender la importancia de dicho trabajo se debe tener en cuenta que equivale al 26 por ciento del PIB nacional, mucho más de lo que aportan sectores como la manufactura o el comercio.