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Elevan inflación y tasas presión sobre emergentes

La desaceleración del crecimiento, inflación al alza y aumento en las tasas de interés intensifican la presión sobre mercados emergentes

Nueva York, Estados Unidos

Elevan inflación y tasas  presión sobre emergentes

 La ansiedad es evidente en los altísimos rendimientos de los bonos y mes tras mes de salidas de capital, al tiempo que los inversionistas se deshacen de los activos de países vulnerables a favor de rendimientos más seguros en otros lugares. Las tensiones que se han ido acumulando desde que Rusia invadió Ucrania están empeorando gradualmente, a medida que se deterioran las perspectivas de crecimiento mundial y se evaporan las esperanzas de un alivio rápido de la creciente inflación.

Aumentando más la presión, la Reserva Federal anunció la semana pasada el mayor aumento en las tasas de interés de EU desde 1994, una medida que corre el riesgo de sumar a los problemas de deuda e inflación de los mercados emergentes al debilitar sus monedas y acelerar las salidas de capital.

Monedas desde el real brasileño hasta el peso chileno cayeron más del 3% frente al dólar estadounidense en la semana al viernes. El índice de referencia MSCI Emerging Markets, que rastrea las acciones en 24 economías emergentes, retrocedió 4.7%.

La presión sobre los mercados emergentes se suma a los vientos en contra para la economía mundial este año y el próximo. El mundo parece estar listo este año para su expansión más débil desde el punto más bajo de la pandemia en el 2020, y los pronosticadores también esperan un avance lento en el 2023. La inflación desenfrenada y el aumento a las tasas de interés están afectando el crecimiento de Estados Unidos. Mientras tanto, Europa se está resintiendo de la guerra en Ucrania, y la economía de China se ve frenada por el estricto enfoque de tolerancia cero del Gobierno hacia el Covid-19.

Los mercados emergentes están atrapados en estas contracorrientes. El Banco Mundial recortó este mes su pronóstico de crecimiento en las economías en desarrollo, del anterior 4.6% a 3.4%, citando los efectos de la espiral en los precios de los alimentos y la energía y el rápido aumento de los costos de endeudamiento tras el aumento en las tasas de interés en EU.

"El estrés financiero podría extenderse a través de los países", dijo el banco en su informe más reciente sobre las perspectivas económicas mundiales, al señalar que el aumento en las tasas de interés en EU y otras economías avanzadas ha sido seguido por crisis en los mercados emergentes antes, como la crisis de deuda de Latinoamérica a principios de la década de 1980.

Los rendimientos de los bonos dan una idea de la evaluación más pesimista de los inversionistas del panorama de algunos países. Los rendimientos de la deuda a largo plazo de 23 países están actualmente 8 puntos porcentuales o más por encima de los rendimientos del Tesoro de EU a largo plazo, una señal de dificultades financieras, contra 16 a principios de año. La categoría incluye a Rusia, Ucrania y Bielorrusia en Europa; Argentina, Ecuador y Venezuela en América Latina; y Pakistán y Sri Lanka en Asia.

La emisión de bonos de mercados emergentes se ha derrumbado, cayendo un 43% en lo que va del año en comparación con el mismo periodo en el 2021, reporta Dealogic. La cantidad recaudada por emisores de mercados emergentes en lo que va del año es la más baja desde el 2016: 263.5 mil millones de dólares.

Los economistas dicen que muchos países que están batallando ya estaban muy endeudados antes de la pandemia gracias al agresivo gasto del Gobierno impulsado por las bajas tasas de interés y abundantes fondos de prestamistas privados y nuevos acreedores oficiales, particularmente China.

Entre el 2011 y el 2018, la deuda pública de las naciones más pobres del mundo -definidas como las aproximadamente 70 naciones que calificaron para un programa global de suspensión del pago de la deuda durante la pandemia- aumentó en promedio un 18% del producto interno bruto, de acuerdo con Marcello Estevão, director global de macroeconomía, comercio e inversión del Banco Mundial.

Alrededor del 60% de las naciones más pobres tenían un alto riesgo de problemas de deuda o ya estaban emproblemadas en el 2020, contra el 30% en el 2015, afirma el Fondo Monetario Internacional. La deuda se considera emproblemada cuando un país no puede cumplir con sus obligaciones financieras y se requiere reestructurar la deuda.

La deuda continuó acumulándose el año pasado a medida que se prolongaba la pandemia. La deuda con los prestamistas extranjeros por parte de los países de ingresos bajos y medianos aumentó 6.9% en promedio en el 2021, a 9.3 mil millones de dólares, según estimaciones del Banco Mundial, un ritmo más rápido que el aumento del 5.3% registrado en el 2020.

La mayor parte de esa suma la deben los 10 prestatarios más grandes, incluidos China, India y Brasil.

Las tasas de interés en aumento, el crecimiento a la baja y los precios al alza tienden a socavar los ingresos de los gobiernos y dificultan que los países más pobres paguen sus préstamos. El aumento en los precios de los commodities es particularmente doloroso para los países endeudados que son importadores netos de productos básicos, como alimentos y energía, como Egipto o El Salvador.

Algunos países enfrentan dificultades adicionales por la deuda en moneda extranjera, que puede ser más difícil de pagar cuando cae el valor de las monedas nacionales, y la deuda de tasa variable, ya que los pagos de intereses aumentarán de la mano con las tasas.

Aunque están intensificando las preocupaciones respecto a los mercados emergentes, particularmente porque los datos entrantes sugieren que el crecimiento global será más débil de lo anticipado a principios de año y la inflación puede ser más persistente de lo que pensaron los bancos centrales, las graves dificultades financieras hasta ahora se han limitado a sólo un puñado de países.

Estevão destacó que aún no le preocupa el tipo de crisis contagiosa en la que los problemas en un país desencadenan ventas generalizadas por parte de inversionistas en otros con características similares. Los factores idiosincrásicos parecen explicar por qué algunos países están siendo más golpeados que otros en este momento, señaló. Esos factores incluyen la gobernanza y la disponibilidad de apoyo de naciones amigas, así como los niveles de deuda previos a la crisis y el monto de las facturas de importación.

No está claro cuánto durará la relativa calma. Los funcionarios del Banco Mundial y otras instituciones internacionales dicen que los gobiernos y los acreedores internacionales deberían usar el respiro que tienen para tratar de reducir riesgos, implementar reformas económicas que impulsen el crecimiento y reducir la carga de deudas cuando sea posible.



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