Ingenio al servicio de la sociedad
Al enterarse que un mercado tiraba toneladas de comida, Jordi Manríquez se dispuso a crear Sunset: deshidratador solar que funciona tras la puesta del Sol
Un material que conoció como alumno de Ingeniería en Energía alimenta su invento. Es similar a la parafina: se derrite con la luz y se solidifica en su ausencia. Durante este proceso, libera energía almacenada que calienta el dispositivo hasta por tres horas.
A través de un sistema de Internet de las Cosas, el finalista nacional del premio controla la temperatura.
Fresa, mango, manzana y piña son algunas frutas que ha deshidratado Manríquez en sus dos prototipos, creados para graduarse. Ahora, el ingeniero egresado de la Universidad Politécnica de Aguascalientes trabaja en un modelo semindustrial y otro casero.
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También creó Frutiseka, emprendimiento para vender sus productos y financiar el desarrollo.
"Generaciones pasadas ya han contaminado bastante este mundo. Nuestra generación y las que vienen son puntos muy importantes de inflexión para corregirlo".
ATL-59
Brizeth García y Aarón Díaz crearon ATL-59, sistema de recolección de agua. Las inundaciones en Tabasso y la escasez de agua en algunas zonas de la Ciudad de México, respectivamente, los motivaron. Ambos sumaron sus conocimientos en Diseño Industrial para idear el proyecto ganador en el País del Premio James Dyson 2022, reconocimiento otorgado a inventos que solucionan problemas cotidianos.
A diferencia de otros captadores de agua pluvial, ATL-59 puede instalarse en balcones y ventanas, no requiere plomería y su limpieza es sencilla. En tanto, en la regadera también se acopla una superficie que recolecta el agua fría que se suele desaprovechar.
"Entre más sencillo sea, más personas pueden adaptarse a este nuevo producto y generar un nuevo hábito de reutilizar el agua", considera Díaz, egresado de la UAM.
Los diseñadores esperan lanzar al mercado su invención a mediados de 2023.
"Estamos viendo las consecuencias de muchos actos que hicieron generaciones pasadas y es momento de actuar", asegura García, egresada de la UNAM.
Guibsa
Los abuelitos de Sara Mosqueda deben tomar varias pastillas. Por ello, junto con Guie' Banii López e Isabel Aguirre ideó GUIBSA.
"Si ellos se confunden o nosotros, como sus cuidadores, nos confundimos (...) no les funciona bien el tratamiento", precisa Mosqueda.
El invento consiste en un dispensador automático de medicamentos gestionado a través de una app y vinculado a una bocina inteligente para avisarle al paciente cuándo debe tomar los fármacos. Es modular, así que pueden apilarse varios dispensadores para distintos tipos de pastillas, explica Aguirre.
"Estas personas pasan la mayor parte de su tiempo solas e integrar tecnología (.) puede ser interesante", comenta.
Las alumnas de Ingeniería en Innovación y Diseño en la UP fueron finalistas nacionales del premio. Esperan contar pronto con un prototipo funcional.
"Nos impacta muchísimo ver cómo algo que desarrollamos escolarmente pueda llevarse a cabo", resalta López.