Monarca albiazul

Cuando Pablo Rotchen culminaba detalles de su firma con Rayados y vio al ex gerente deportivo Benjamín Leos, portando el escudo del Monterrey con una sola estrella, no dudo en advertirle que el ayudaría a ponerle otra.

Eso fue en el 2002, un año después, Rotchen fue una pieza fundamental para que el Monterrey acabara con una larga sequía de 17 años sin títulos de Liga y marcara la pauta para lo que estaba por venir.

“El club creció muchísimo a partir de esa Liga, de ese torneo, y bueno, con grandes jugadores, nuevo estadio, se potenció para bien y hoy es lo que es Monterrey”, comentó Rotchen, desde Barcelona.

A la distancia, el ex defensa central demuestra su eterno orgullo por ese segundo título.

“Pusimos otra estrella y creo que el club por suerte le dio ese empujón, ves al Club de Futbol Monterrey y es un cielo, tantas cosas que se lograron, eso significa que las cosas se hicieron bien”, añadió.

El actual entrenador asistente del Fundación Damm de Barcelona, no olvida lo vivido en ese año.

Atesora aquella noche del primer Clásico Regio de Liguilla en el que le “sugirió” a Kleber que tirara fuerte el penalti y el brasileño la voló. Recuerda cuando en la recta final del juego de ida de la Final, Adolfo Bautista acortó a 3-1 y eso les ayudó a no confiarse en Morelia. Y ni hablar del apoyo de la gente antes y después de la Final.

“Nunca viví algo así, el regreso fue impresionante, no me acuerdo del horario que llegamos ni nada, pero estaba esperándonos la gente desde el Aeropuerto. La gente salió con muchas ganar de festejar por suerte pudimos dar la alegría y bueno eso es imborrable”, contó.

Para Rotchen lo más importante es que aquel título marcó el despegue que hoy lo tiene como un equipo importante, que ahora puede presumir 4 títulos de Liga, 4 más de la Liga de Campeones de la Concacaf y 2 de la Copa MX.

“Tuvimos la suerte de dar el puntapié inicial, ser los primeros después de tanto tiempo de ganar y darle el envión al club para que sea lo que es hoy”, aseguró.