María Aurora
El amor por un hijo es incondicional
Fue una fresca tarde en la que María Aurora Ramírez Garza de Durán y su hijo Cayo Durán Ramírez, nos compartieron su bella historia como madre e hijo, la cual ha sido una experiencia maravillosa y poder vivirla juntos.
María Aurora nos platicó de la alegría que sintió junto a su esposo Eucario Durán, cuando se enteraron que iban a ser papás, ellos fueron la pareja más feliz del mundo, fue cuando tenían un año y meses de casados y eso los hizo inmensamente felices y más cuando se enteraron que fue niño, Eucario lloró de felicidad por saber que iba a ser el primogénito en la familia Durán Ramírez.
Lo más bello de ser madre para ella, fue que Dios le haya dado el privilegio en primer lugar de ser mamá, porque hay muchas mujeres que lo anhelan y no lo pueden tener, en segundo lugar que Dios le haya dado al único hijo a quien ama con todo su corazón, en tercer lugar que haya llegado hasta donde está y su hijo ya tiene 28 años de edad y han crecido juntos en la vida porque para ser mamá se aprende y se crece, nadie te enseña.
El significado de ser madre para María Aurora es un privilegio grandísimo le comenta a su hijo continuamente, por ser la mujer más bendecida porque Dios le dio el mejor regalo que una madre pueda tener es un hijo y se siente muy afortunada por tenerlo a su lado.
Lo que cambiaría en su etapa de mamá sería nada, a lo mejor que hubiera tenido más tiempo de estar con él en la casa porque toda su vida ha trabajado, pero sin embargo siempre le dedicaron mucho tiempo a su hijo, jamás lo dejaron solo porque él siempre fue su prioridad y toda la vida lo será mientras sigan en este mundo.
La angustia de ser madre nunca la tuvo, ya que él siempre fue un buen muchacho y nunca tuvo ninguna queja de él, sin embargo por la situación que estamos viviendo en la ciudad y siempre están al pendiente y no se duermen tranquilos hasta saber que él llegó con bien a su casa.
Lo que más recuerda de su maternidad fue que aumentó 30 kilos, pero anduvieron por todas partes felices y nos cuenta también que una de las anécdotas que tuvo en su embarazo fue cuando viajaron a la ciudad de Oaxaca cuando tenía 5 meses y en ese tiempo hubo un temblor y se asustó muchísimo, en ese mismo viaje fueron a la Ciudad de México, se subieron al metro y la asaltaron y se dio cuenta que con un bisturí le abrieron la bolsa, su miedo fue que le hubieran clavado el bisturí en su panza, fue una preocupación terrible por la vida de su hijo, da gracias a Dios porque no sucedió nada.
La etapa más difícil que han tenido como madre e hijo fue en la adolescencia pero no porque hayan tenido mala relación si no porque era parte de la vida, a veces no coincidían en las cosas pero al fin y al cabo siempre fueron felices y jamás se han distanciado.
La etapa más feliz que viven diariamente es poder compartir momentos juntos cocinando, platicando, viajando o irse de compras porque lo más importante para ellos es tener esa bella unión que han tenido hasta el día de hoy y esperan que siempre siga así.
