Mantienen viva añeja tradición

Desde hace 65 años de edad que la familia Leija Verdín coloca un nacimiento gigante que mide 14 metros de largo y cuatro de fondo, que es ya toda una tradición en la colonia Beatty y en Reynosa.

Para nosotros lo más difícil es conservar lo que se llama cultura y tradición, pero para nosotros era fe, y sigue siendo fe, estamos enfrente de un país anglosajón y es difícil competir”. Fernando Leija Verdín, hijo de pionera

El Niño Dios es de pasta -que el párroco de la iglesia San José-, hace 65 años, le regaló a la jefa de familia y desde esa ocasión fue creciendo el nacimiento, que primero era de dos metros hasta llegar a los 14.

Fernando Leija Verdín comentó que su mamá fue la primera en hacer la posada y poner el nacimiento, que fue creciendo con el paso de los años, y aunque la madre ya no esté presente, su familia sigue con la gran tradición para mantener la llama de la fe.

“Para nosotros lo más difícil es conservar lo que se llama cultura y tradición, pero para nosotros era fe, y sigue siendo fe, estamos enfrente de un país anglosajón y es difícil competir”, dijo.

El nacimiento cuenta con figuras de cerámica que tienen más de 25 años y cada vez que se maltratan, se retocan y recuerda que antes la administración municipal hacía un concurso de nacimientos que se fue dejando en el olvido y además hacían grandes posadas, pero por la pandemia ya no se puede.

“Aquí en la casa de la cultura había exposiciones, la tradicional pasada, antes se caminaba entre los mismos vecinos, de una casa a otra, con velitas, pero ya no es posible por el tráfico y por la situación de ahorita que no puedes andar de casa en casa”, dijo.

Todos los días hace una posada pequeña para rezar el Rosario al Niño Dios: la cual dura media hora, posterior piñata y bolo, si se llevan por parte de algunas familias.

“Son nueve días hasta este 24, ese día en que vamos a acostar al niño y antes se acostumbraba al 6 de Reyes, se les da a los niños que vienen como un recordatorio que hubo navidad, más que todo rezar y seguir la tradición”, recalcó.

Para las personas que ya conocen el nacimiento y acuden cada año, o son padrinos, explican que el niño Dios les ha traído muchas bendiciones y ha cumplido las peticiones que le han hecho.