Mandan preso al parricida. El martes tiene otra audiencia

Al aplicarle las autoridades judiciales la medida cautelar de prisión preventiva, por el delito de robo de vehículo cometido con violencia en agravio de un taxista, el joven matamorense Juan Santiago “N” fue trasladado a la penitenciaria local por elementos de la Policía Procesal del Estado.

Durante la audiencia pública celebrada el miércoles en la sala de juicios orales, la defensa del detenido solicitó la ampliación del término constitucional a 144 horas para que se resuelva la solicitud de la Fiscalía de vincularlo a proceso penal.

En consecuencia, el juez de control fijó para el próximo martes la celebración de la audiencia pública para ese efecto.

Con base en todas las agravantes y datos planteados por la Fiscalía, es probable que Juan Santiago “N” sea vinculado a proceso penal por dicho delito, por lo que tendría que permanecer en prisión durante todo el procedimiento, comentaron litigantes.

Lo anterior con base en que el plazo fijado como prisión preventiva por las autoridades judiciales fue de un año, lapso suficiente para que concluya en todas sus etapas el procedimiento penal acusatorio por el delito de robo de vehículo con violencia hasta llegar a la última fase del juicio oral que es la sentencia.

RELATO DEL TAXISTA

“Sobreviví de milagro -exclamó el taxista- al relatar la agresión de que fue objeto por Juan Santiago “N” cuando los despojó del vehículo de alquiler.

Dijo que luego de atacarlo a golpes y dispararle con una pistola, Juan Santiago “N” lo empujó con los pies hasta lograr bajarlo a medias del auto en marcha, quedando el taxista colgado de la unidad, ya que se había quedado enganchado con el cinturón de seguridad.

“Yo me quería bajar antes de que me disparara de nuevo pero el cinturón de seguridad no me dejaba… Él tomó el volante y me arrastró muchos metros con la puerta abierta hasta que desesperado logré destrabarme el cinturón y quedé tirado en la carretera, muy lastimado… Eso fue como a las cinco de la mañana”, relató el taxista Félix “N”.

Durante la arrastrada la bota izquierda del taxista quedó destrozada y lesionados los dedos y  tobillo del pie, así como luxada la rodilla.

Posteriormente el taxista fue auxiliado por un convoy de la Marina que pasó patrullando por el lugar, procediendo los marinos a buscar al agresor y al taxi por varios lugares y colonias hasta que recibieron el reporte de que Juan Santiago “N» había sido capturado por agentes federales en la carretera a Monterrey.

“Dicen los agentes federales que cuando trataron de detenerlo en la carretera, les aventó el taxi causando daños a dos patrullas”, reveló el taxista.

EL PARRICIDIO

El día de los hechos -el pasado martes-, luego de despojar al taxista del vehículo y tratar de escapar a bordo de la unidad hacia Monterrey, Juan Santiago “N”, de 23 años, fue detenido por elementos de la Policía Federal División Caminos, confesando ante los agentes federales que la madrugada de ese mismo día había asesinado en Matamoros a su papá, el señor Santiago “N”, de 60 años.

No obstante, posteriormente el detenido se negó a declarar sobre esos hechos ante agentes investigadores que arribaron a la ciudad procedentes de Matamoros.

Sin embargo, durante la audiencia pública solicitada por la Fiscalía de oralidad para que se le aplicara la medida cautelar de prisión preventiva, Juan Santiago “N” narró fríamente la forma en que asesinó a su papá cuando este se encontraba dormido.

Detalló que primero le pegó a su papá con un martillo en la cabeza y como la víctima continuaba con vida lo degolló.

Al confundir los estertores de la víctima con señales de vida, el parricida dijo que tomó una almohada y la puso sobre el rostro de su progenitor, presionando hasta que cesaron las convulsiones y lo dio por muerto.

Para rematar, colocó encima de la cabeza de su papá ya inerte, una máquina pesada, sin precisar de qué tipo.

Luego tomó la billetera de don Santiago “N” y las llaves del vehículo, escapando para Reynosa, donde en el Libramiento a Monterrey abandonó la unidad por un desperfecto y abordó el taxi que conducía Félix “N”, sin saber éste a lo que minutos más tarde se enfrentaría.

Testimonio. El taxista agraviado por el joven matamorense asistió a la audiencia pública donde las autoridades judiciales le dictaron  a este último prisión preventiva.

Evidencia. Resguardado por una patrulla de la Policía Federal se observa el taxi que había robado con suma violencia el joven matamorense.

Revelaciones. Los asistentes a la sala de audiencias de juicios orales escucharon la confesión espontánea del detenido, sobre la forma en que dio muerte a su papá.