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Luto en la ONU: muere Kofi Annan

Diplomático deja profunda huella. Víctima de enfermedad corta no especificada

RECONOCIDO. Kofi Annan, el exsecretario general de Naciones Unidas, Premio Nobel de la Paz en 2001 por su trabajo humanitario, murió a los 80 años, ayer en Berna.Luto en la ONU: muere Kofi Annan

Ginebra, Suiza

Kofi Annan, uno de los diplomáticos más famosos del mundo y un símbolo carismático de las Naciones Unidas que ascendió hasta convertirse en el primer secretario general africano de raza negra, falleció el sábado a los 80 años.

Su fundación anunció en un tuit que el deceso ocurrió en Suiza, diciendo que murió después de una enfermedad corta no especificada.

"Dondequiera que hubiera sufrimiento o necesidad, él extendió la mano y tuvo un impacto en muchas personas con su profunda compasión y empatía", afirmó la fundación.

El presidente de Ghana, donde nació Annan, tuiteó: "Me reconforta la información, después de hablar con (la esposa de Annan) Nane Maria, de que él murió pacíficamente mientras dormía".

Annan pasó prácticamente toda su carrera como funcionario de Naciones Unidas. Su estilo aristocrático, su elegancia de temperamento fresco y su inteligencia política ayudaron a guiar su ascenso hasta convertirse en su séptimo secretario general, y en el primero contratado desde dentro.

Cumplió dos mandatos como secretario general de la ONU, del 1 de enero de 1997 al 31 de diciembre de 2006, culminados casi a mitad del camino cuando él y la ONU fueron galardonados conjuntamente con el Premio Nobel de la Paz en 2001.

Durante sus mandatos, Annan presidió algunos de los peores fracasos y escándalos del organismo mundial, uno de los períodos más turbulentos desde su fundación en 1945. Los desafíos desde el principio le obligaron a pasar gran parte de su tiempo luchando para restaurar la manchada reputación de la organización.

Sin embargo, el perdurable prestigio moral de Annan permaneció en indemne gran medida, tanto por carisma como por haber negociado con la mayoría de las potencias del mundo.

Cuando se marchó de Naciones Unidas, dejó atrás una organización global mucho más enérgica y comprometida con el mantenimiento de la paz y la lucha contra la pobreza, estableciendo el marco para la respuesta de unas Naciones Unidas del siglo 21 ante las atrocidades masivas y su énfasis en los derechos humanos y el desarrollo.

Incluso fuera de la oficina, Annan nunca dejó completamente la órbita de la ONU. Regresó en funciones especiales, entre ellas el haber sido enviado especial de la Liga Árabe y Naciones Unidas a Siria en 2012. Siguió siendo un poderoso defensor de las causas globales a través de su fundación homónima.

Annan tomó las riendas de la ONU seis años después del colapso de la Unión Soviética y presidió la organización durante una década en la que el mundo se unió contra el terrorismo tras los ataques del 11 de septiembre de 2001 y que luego se dividió profundamente en torno a la guerra de Estados Unidos contra Irak. La relación con Estados Unidos lo puso a prueba como líder diplomático mundial.

"Creo que mi momento más oscuro fue la guerra de Irak y el hecho de que no pudimos detenerla", dijo Annan en una entrevista con la revista TIME en febrero de 2013 con motivo de la publicación de sus memorias, "Interventions: A Life in War and Peace" (Intervenciones: una vida en guerra y paz).

Fue una fuerza de guía para el bien de la ONU


Las condolencias y tributos por la muerte de Kofi Annan se extendieron por el mundo y muchos rinden homenaje a un hombre que se convirtió en una figura global como jefe de las Naciones Unidas y quien también era conocido por sus allegados por su calidez y encanto.

El actual jefe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, elevó los tributos a su predecesor, describiendo a Annan como "una fuerza guía para el bien".

"De muchas maneras, Kofi Annan fue la Organización de las Naciones Unidas. Subió para conducir a la organización hacia el nuevo milenio con dignidad y determinación inigualables", señaló Guterres en un comunicado.

A su vez, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, expresó en su cuenta de Twitter su aflicción por la pérdida de Annan.

“Estoy afligido (…) Kofi era el epítome de la decencia y la gracia humana. En un mundo lleno de líderes que son todo menos eso, la pérdida para el mundo se vuelve aún más dolorosa. Era amigo de miles y un líder de millones”, escribió Raad Al Hussein.

Los tributos han llegado de líderes mundiales y diplomáticos.




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